¿El cine mexicano está resurgiendo? El análisis presentado en la séptima edición del Anuario estadístico de cine mexicano así parece indicarlo.
Realizado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) y presentado en la 32 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), el anuario señala que el año pasado se estrenaron 90 filmes mexicanos que fueron vistos por 30.5 millones de espectadores.
Es un tema pendiente el poco espacio que se ha dado en la salas comerciales al séptimo arte creado en nuestro país, a diferencia de las producciones hollywoodescas.
El libro fue presentado por Juan Carlos Domínguez, coordinador de la investigación; Dolores Heredia, presidenta de la Academia Mexicana de artes y Ciencias Cinematográficas (AMAAC); Ana Rosas Mantecón, profesora e investigadora de la Universidad de Guadalajara; Jorge Sánchez Sosa, director del Imcine, y José Woldenberg, político y académico.
En 2016 se produjeron 162 películas (cifra que no se lograba desde finales de los años cincuenta), de las cuales 37 fueron dirigidas por mujeres, y de esas 60 son documentales, la cifra más alta desde 2010.
Resalta que la asistencia al cine nacional aumentó 74% con respecto a 2015. Y el largometraje mexicano con mayor asistencia el año pasado fue ¿Qué culpa tiene el niño?, de Gustavo Loza, con 5.9 millones de espectadores. Sin embargo, se hizo énfasis en que 10 películas mexicanas tuvieron más de 700 mil espectadores en las salas.
“Esto es interesante porque aunque en 2013 tuvimos un fenómeno plausible en el que dos películas acapararon prácticamente el 85% de los asistentes, lo que nos interesa como Imcine es propiciar la diversidad y este número resulta un incentivo importante”, expresó Sánchez.
El también productor dijo que este año el anuario contiene un capítulo que no existía anteriormente, relativo a las comisiones fílmicas en los estados del país. “Eso es de especial importancia porque implica una descentralización de la actividad fílmica, uno de los ejes rectores de lo que hacemos en Imcine”, especificó.
“Nunca en la historia se habían producido tantas películas mexicanas en un año como en 2016”, destacó Woldenberg.