No hay nada más decepcionante que esforzarse por mantener un estilo de vida saludable y no ver resultados. Seguramente a muchos nos ha pasado que mientras más nos esforzamos por ir al gimnasio, comer sano y seguir muchos secretos de naturaleza, nuestro peso no logra mantenerse a raya.
Pero antes de que comiences a planificar tu propia batalla interna, es momento de revisar si es que algunos de los siguientes puntos están influyendo en tu rutina:
Comidas insuficientes
Querer bajar de peso es una cosa, pero comer poco para lograrlo es una muy diferente. Cuando se come en pocas cantidades, el cuerpo piensa que no será alimentado en un tiempo prologando, por lo que todo lo que ingiere, lo convierte en reservas (grasa) para poder pasar esas horas sin tanto sufrimiento. Así que lo que obtenemos con éste tipo de procedimiento es un organismo que trabaja muy lento y por tanto que engorda sin razón aparente.
Saltarse las comidas
No comer a las horas indicadas es un gran problema también, pues la comida que te saltas hace que sientas una mayor cantidad de hambre y cuando llega el momento de volver a comer ingieres una mayor cantidad de calorías, logrando aumentar de peso.
Dieta demasiado estricta
Existen muchas dietas, sin embargo, cada organismo funciona diferente por lo que tratar de mantener la dieta que a tu actriz favorita mantiene despampanante es algo totalmente nefasto. A cambio seguramente recibirás, fuertes dolores de cabeza, decaimiento, problemas de humor, cambios bruscos de ánimo y seguramente intentarás abandonar esta pauta a los pocos días, pues es insostenible vivir así.
Lo mejor es visitar a una nutricionista que pueda guiarte en una minuta sencilla con la elaboración de un plan alimenticio pensado en las características y necesidades propias de tu organismo.
Falta de sueño
Muchos estudios científicos han demostrado que mientras se duerme se liberan hormonas que son capaces de quemar las grasas acumuladas, pero si ese descanso se ve interrumpido, entonces la quema de calorías baja y por tanto, el peso aumenta.
Así que comienza a fijarte en cuántas horas estás durmiendo y si son menos de 8 es momento de planificar mejor el día para lograr descansar lo que el organismo necesita.
Alimentos azucarados
No solo las bebidas (gaseosas) son malas para el organismo, también lo son aquellos alimentos a los que casi de manera automática vamos añadiendo azúcar para poder consumirlos (té, café, aguas saborizadas, etcétera).
Lo mejor es comenzar a fijarse en qué estamos comiendo y por sobretodo, debemos aprender a leer las etiquetas de cada producto, ésta es la única manera de estar totalmente conscientes de lo que estamos consumiendo a diario.
Ya sabes, la falta de ejercicio no es lo único que puede estar afectando el cumplimiento de tus objetivos a la hora de bajar de peso. Para llegar al meollo del asunto, lo mejor es comenzar a verificar cada uno de los puntos anteriores y fijarse en cuál de todo estamos cayendo. Una vez detectado el siguiente paso es intentar remediar el error y probar nuevamente si podemos bajar de peso de manera natural.