Texas se convirtió este viernes 1 de enero de 2016 en la entidad con una de las leyes de portación de armas más tolerantes de Estados Unidos. Permite que 925 mil de sus residentes, cifra de hombres y mujeres que cuentan con licencias expedidas por el estado, puedan llevarlas a la vista.
Los bares y locales empresariales que lo decidan, pueden prohibir el ingreso de personas con pistolas o revólveres a la vista; los tribunales y los recintos deportivos quedan excluidos de la nueva disposición.
Se trata de una Ley firmada el año pasado por el Gobernador Greg Abbott que desecha una prohibición que había existido en el estado desde hace 125 años. La controvertida medida es uno de los objetivos políticos de Abbott desde que asumió el cargo en enero de 2015.
Texas es el segundo estado más poblado de la Nación Americana con 27.4 millones de residentes.
La legislación anterior impedía a los texanos que tuvieran una licencia para portar armas traer pistolas y revólveres a la vista. Sí tenían autorizado caminar por la calle con armas largas como AR-15 y AK-47 ya que éstas no pueden ser ocultadas fácilmente. Sin embargo, a partir de hoy se permitirá la portación abierta de todo tipo de armas.
De acuerdo con The New York Times son más de 40 estados en EU los que permiten de alguna forma una portación abierta. “Pero Texas se convertirá en el estado más poblado con una portación abierta [de armas], ahora la naturaleza del debate público y la votación ha producido medidas de euforia, ansiedad y confusión sobre la nueva Ley”, dice este día el diario norteamericano.
Open Carry Texas, uno de los principales impulsores de la medida, colocó una cuenta regresiva en una página web para festejas la nueva disposición. El grupo también dijo que quiere llegar más lejos:
“Nuestro objetivo final es que la portación sea constitucional; si tu compras legalmente un arma, deberías poder portarla sin tener que pedir permiso al gobierno a través de una licencia especial”, expresó Open Carry.
“Los partidarios de una portación abierta dicen que con más armas ayudarán a disuadir a los posibles delincuentes. Los opositores dicen que los policías tendrán dificultades para separar a los buenos de los malos, y que no hay pruebas de que los estados con [una legislación] de portación abierta sean más seguros”, explica The New York Times.
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