Un grupo de investigadores en Madrid desarrolló un nuevo análisis de sangre con el que se podrían detectar pequeñas etiquetas químicas (metilación) que influyen en la activación de los genes.
Mediante el uso de la tecnología de secuenciación del ADN, para analizarlo en algunas pacientes con la enfermedad y otras en aparente estado sano, en la prueba detectó a los enfermos e identificó el tejido de origen del que salió la metástasis.
Además, buscó células cancerígenas vertidas en el torrente sanguíneo y las modificaciones genéticas denominadas grupos metilo; unidades químicas que pueden unirse al ADN.
Como se presentó en la Conferencia de la Sociedad Europea de Oncología, en el 99.6% de las pruebas se identificó a los pacientes de los que no, el tipo de tumor que tenían y el órgano afectado.
El cáncer de mama, ovario, colon, páncreas, cuello, cabeza, esófago, vesícula y los casos de mieloma múltiple, así como de leucemia, fueron detectados.