Casi lo mismo que si estuviera operando
El avión presidencial adquirido por el gobierno de Enrique Peña Nieto en 2016 costó casi tres mil millones de dólares, y según información que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) proporcionó al diario Reforma, tener guardado el TP-1 representa un gasto similar al que se tendría si se estuviera empleando.
Como se recordará, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador decidió no usar el Boeing Dreamliner 787 y propuso venderlo, razón por la cual fue almacenado en un hangar de la empresa Boeing, en Estados Unidos, lo que cuesta al erario alrededor de un millón 328 mil pesos, que sumarían casi 16 millones de pesos en un año.
Según Reforma, cuando Peña Nieto empleaba la aeronave, el gasto promedio anual ascendía a los 17 millones de pesos, tomando en cuenta vuelos nacionales.
Tan sólo lavar el avión presidencial genera un costo de cinco mil dólares, unos cien mil pesos. Además, es necesario sacarlo eventualmente del hangar para mantenerlo activo, lo que cuesta en promedio 67 mil dólares (un millón 300 mil pesos).
Estos gastos se realizarán hasta que llegue un comprador. En el mes de julio, Banobras informó que ya había tres posibles ofertantes, sin embargo, al día de hoy no se ha consolidado ningún trato.
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha asegurado en diversas ocasiones que las ganancias obtenidas por la venta del avión presidencial servirán para llevar agua potable a la comunidad hidalguense de Zacualtipán de Ángeles, Hidalgo.
De acuerdo con el Jefe del Ejecutivo, cuando la venta del avión sea concretada, el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado canalizará los recursos para resolver la problemática del agua en la zona.
Hace unos días, la noticia de que el avión presidencial regresaría a México porque no se pudo vender, comenzó a circular en medios digitales; sin embargo, ninguna autoridad ha confirmado dicha información, por lo que todo se ha quedado en un simple rumor.