- Por Jesús Ruiz Gámez
Hoy, nuevo Delegado
A partir de hoy se deberá conocer quién es la nueva delegada o delegado del IMSS y por lo tanto el actual delegado, Guillermo Noriega Esparza, estará despidiéndose ya de quienes fueron sus colaboradores durante poco más de un año en esa delegación asentada en Ciudad Obregón.
Ayer, en un comunicado de la dirección nacional del IMSS que encabeza Zoé Robledo, se informó que el Consejo Técnico del Instituto sesionará hoy a las 13:00 horas para dar a conocer los nombres de los ganadores del concurso de oposición para las 35 delegaciones de todos el país.
Han de saber que, desde mediados del año pasado, se anunció que las llamadas delegaciones pasarían a ser “oficinas de operación desconcentradas” y serán dirigidas por personal médico, jubilados o de enfermería con -al menos- 10 años de experiencia.
Quién sabe por qué, pero una medida es que no se escogerán delegados originarios de cada entidad, sino que su destino será determinado por sorteo, en una especie de tómbola. Así pues, lo más probable es que el nuevo delegado o delegada no sea sonorense. Y usted juzgue qué tan bueno o malo es.
Cierto es que, como se argumentó en la justificación para esta nueva forma de adscripción, los nombramientos de los delegados del IMSS históricamente se hicieron bajo criterios políticos. De hecho el propio Guillermo Noriega llegó por una recomendación política e hizo un buen papel, tomando en cuenta los muy escasos recursos con que cuenta la delegación.
También es cierto que por esos criterios políticos seguramente en muchas ocasiones se quitaron oportunidades de llegar a esas delegaciones a personal del propio Instituto con mejores perfiles y experiencia, por lo que la esperanza sería que ahora el proceso fuera verdaderamente transparente y basado en los méritos y no en recomendaciones.
¡Ah!, el Memo Noriega va a un nuevo cargo allá en la Ciudad de México, al lado del Director General.
Denunciarán LeBaron a estados
Desde que se dio a conocer que Abel Murrieta fue contratado como consejero jurídico de la familia LeBaron, era previsible que el ex procurador sonorense daría de qué hablar, como ya se vio ayer.
Resulta que la familia LeBaron estaría por presentar una demanda en contra de los gobiernos estatales de Sonora y Chihuahua, por supuestas omisiones y negligencias desde el momento de la denuncia y en las horas y días posteriores al artero crimen en Bavispe, donde murieron mujeres y niños.
Sobre esas supuestas omisiones y negligencias ya se habían hecho señalamientos públicos, pero esto de pretender llevar a juicio a las más altas autoridades estatales de Sonora y Chihuahua le meterá otro ruido al caso, quizás innecesario en términos de la justicia que se busca.
El hecho es que Murrieta sabe lo que hace, pues en el nuevo sistema penal acusatorio los consejeros jurídicos tienen muchas atribuciones, entre ellas incuso algunas de investigación y denuncia sobre el proceder de las autoridades.
Bien, el asunto fue que el ex procurador y otro abogado de Chihuahua fueron recomendados a los LeBaron para tener a la mano una consejería sobre el proceso judicial, desde la investigación hasta un eventual juicio contra los responsables de la masacre de sus familiares,
Obviamente eso fue porque los LeBAron tienen serias reservas o desconfianza sobre la actuación de las autoridades, sobre todo por las señales de que se podría estar implicando a personas ajenas a esos hechos.
Que revivirán el arraigo
Por cierto, en más de estos temas de la procuración y la impartición de justicia, ayer el presidente de la Barra Sonorense de Abogados, Héctor Contreras Pérez, señalaba que en el proyecto a votarse en el Congreso federal para el nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales, se prevé revivir la figura del arraigo en cualquier delito.
Hay que recordar que la figura del arraigo se utilizó por muchos años casi de manera discrecional y por ello fue fuente de incontable abusos, como medida cautelar para hacer realidad aquello de primero detener a las personas y luego investigarlas, lo cual fue por muchos años la premisa en el ministerio público a nivel nacional.
De hecho, muchos recordarán que en Hermosillo hasta un “hotel de arraigos” tenía la entonces Procuraduría General de Justicia, sitio que en realidad era una cárcel en la que los probables responsables de un delitos podían pasar semanas hasta que o no recabar las pruebas en su contra.
Contreras señala que el arraigo ya no sería nada más para los casos de delincuencia organizada, como se había logrado acotar desde hace varios años, por lo que anticipa que volverán los abusos y excesos de la autoridad ministerial.
¿Y las evaluaciones?
Seguramente ya escucharon por allí que habrá una “reconfiguración” de las llamadas Mesas por la Paz, porque obviamente no han dado resultados en sus objetivos de alinear los esfuerzos de todas las agencias de seguridad asentadas en las entidades.
Y es que la llevada y traída “coordinación” entre las agencias policiacas, en las más de las ocasiones es más cuento que realidad… Y eso no ha cambiado nada desde que funcionan las famosas mesas, en las que se sientan lo mismo expertos que neófitos en el tema.
Pero alrededor del mismo tema hay un elemento que seguramente tiene mucho qué ver en los magros resultados que obligan a los cambios y es que tampoco se ha cumplido con la evaluación trimestral prometida sobre los resultados de la militarización de los mandos policiacos en Hermosillo, Guaymas y Empalme, recordando que en Navojoa y Cajeme los militares ni siquiera pudieron tomar el mando de las policías municipales.
Cuando en el pasado mes de agosto vino el secretario de Seguridad Alfonso Durazo a dar a conocer e imponer sobre los alcaldes rebeldes el nombramiento de militares como Comisarios de las policías municipales, se comprometieron esas evaluaciones y dar a conocer los avances.
¿Será que eso de las evaluaciones fue sólo discurso o en realidad no hay resultados que presumir?… A juzgar por lo que se ve diariamente en los medios sobre la creciente inseguridad en todos esos municipios, parece que la respuesta es lo segundo.
La moda de no darse cuenta
Ya vieron cómo los diputados locales de Morena aprobaron el presupuesto estatal con todo y un nuevo crédito por mil 300 millones de pesos, para luego salir con que lo hicieron sin darse cuenta.
Ese “no darse cuenta” de lo que se aprueba, parece ser la moda entre los morenistas, pues por allá en Cajeme resulta que los regidores aprobaron un aumento al agua potable que puede ser de hasta el doble en el costo de los metros cúbicos a partir de ciertos niveles de consumo.
El regidor Rosendo Arrayales reconoció públicamente que aprobaron el presupuesto municipal sin saber lo que contenía la totalidad del proyecto puesto en sus manos, pero justificó que les fue entregado con sólo tres días de anticipación a la votación y por tanto no tuvieron tiempo de estudiarlo a cabalidad.
Tal confesión debería dar vergüenza a los regidores cajemenses, pues habla de la poca responsabilidad con que trabajan en la supuesta representación popular de ese Cabildo y lo menos que deberían hacer es enmendar ese “error”.
Suena tan ridículo el argumento (sobre todo cuando al parecer hubo más cargas para los contribuyentes, aprobadas “sin darse cuenta”), que suena a una verdadera complicidad, pues tampoco los regidores han hecho lo conducente para revertir el contrato para la cobranza del agua potable, que es un verdadero atraco.
En fin, esperamos que no haya en Sonora más de esas historias.
