Por Jesús Ruiz Gámez
A estas alturas del desastre de gobierno de la 4T, a muchos nos ha quedado claro que la terquedad que el propio López Obrador se reconoce en sí mismo, si bien fue un rasgo de su personalidad hasta cierto punto virtuoso en sus 18 años como aspirante presidencial, ahora es el peor defecto en el ejercicio del poder.
Esa terquedad que, ahora como Presidente, se transforma en peligrosa necedad, fue en AMLO el acicate tras la férrea voluntad que lo hizo mantener su lucha por llegar a la presidencia, al grado de haber formado su propio partido en tiempo récord y con una base real que al final de cuentas le permitió arrasar la elección del 2018.
En pocos líderes políticos se puede reconocer la voluntad que López Obrador mostró en todos sus años como aspirante, un motor interno que lo llevó a recorrer los más alejados rincones del país para llevar su mensaje opositor.
Pero la terquedad y necedad es lo que hace ahora que AMLO, como presidente, no pueda reconocer que sus proyectos sexenales han quedado totalmente inviables, si es que en algún momento lo fueron.
El senador Germán Martínez, el ex calderonista, ex líder nacional del PAN converso al lópezobradorismo, ayer advertía que en la 4T (o sea, el Presidente) se debe entender que el escenario, el terreno de batalla de su proyecto, cambió desde el momento en que se fincaba en restablecer en el país una bonanza petrolera que simplemente ya no podrá ser.
Al contrario, el petróleo es ahora un lastre para el gobierno mexicano y ha quedado en quimera el plan de transformarlo o restablecerlo como motor del desarrollo económico.
Es decir, la nave de la 4T se ha quedado sin motor, cuando antes ya se había quedado sin alas por las malas decisiones en materia económica, agravadas por el entorno global ya encaminado a la recesión desde antes de la aparición del coronavirus.
El senador Martínez, el mismo que le tiró al López Obrador la dirección general del IMSS por su desacuerdo con la forma en que se centralizaban sus finanzas y el evidente desaseo en las inversiones, es quien advierte la necesidad de replantear la estrategia y, de entrada, cambiar el discurso.
El ex panista sentenció que seguir tratando a los pequeños empresarios como si fueran ladrones del dinero público, no hará otra cosa que alejar definitivamente de la 4T a las clases medias que tan importantes fueron para el triunfo morenista.
AMLO debe rescatar ya aquel discurso de campaña que prometía la reconciliación nacional y dejar de hablar solamente a su base electoral.
En pocas palabras, Germán Martínez le pide a AMLO que ya deje de actuar como candidato, como el líder opositor que divide a los mexicanos entre necesitados y privilegiados, y se transforme en el político estadista que en estos momentos requiere el país.
A ese deseo del ex panista, el periodista Ciro Gómez Leyva contestó que difícilmente sería posible, porque el Presidente ya se embarcó en la peligrosa nave en que retroceder, rectificar, es visto como una traición al proyecto.
Y desgraciadamente así será: AMLO no dará un paso atrás… Primero se hundirá con su nave antes que enmendar el errático camino.
SAN LUIS, EN FASE 3
San Luis Río Colorado es ahora ejemplo para el resto de Sonora de las consecuencias que trae minimizar las medidas preventivas ante el coronavirus, pues la indolencia mostrada inicialmente por el gobierno municipal morenista ha hecho que esa localidad sea la única que se puede considerar ya en la fatídica Fase 3 de la pandemia.
Al menos así lo consideraba ayer el director general de Promoción a la Salud de la Secretaría de Salud, Gerardo Álvarez, quien prevé que el resto de Sonora entrará a esa Fase 3 entre el 10 y 15 de mayo por el desfase en la aceleración de los contagios que hay en el estado respecto al escenario nacional.
Lamentablemente, San Luis también es ejemplo de la negligencia con que se ha avituallado y capacitado al personal de los hospitales, pues prácticamente la mitad de los contagios allí son entre trabajadores de la salud, en su mayoría enfermeras.
Y allí, como suele suceder, ya a toro pasado se investigará qué se dejó de hacer para que se diera esa situación.
Por otra parte, el mismo Funcionario advirtió que en varios de los municipios más grandes de la entidad, incluyendo a Hermosillo, en los próximos días se empezarán a “cosechar” los frutos de la irresponsabilidad de muchos ciudadanos que han menospreciado los llamados al aislamiento social.
Concretamente, muchos entre los miles de sonorenses que se sumaron a las actividades religiosas y pseudo religiosas en el contexto de la Semana Santa, serán agentes de contagio precisamente cuando arranque esa etapa de aceleración que es la puerta de entrada a la Fase 3.
Para dar una idea de los dramas que se vivirán en esa etapa, por allá en el centro del país algunos hospitales han optado por la compra de decenas de celulares que servirán para las “despedidas” de los moribundos de sus familiares.
Aquí mientras tanto ya se advirtió que los familiares dolientes ni tendrán oportunidad de esa despedida y ni siquiera de participar en oficios funerarios para sus muertos.
¿COMO INFLAR LLANTAS?
De vuelta a las expresiones ayer del senador Germán Martínez, tocaba un punto que me pareció de alarma y es que el gobierno federal, dentro de los palos de ciego que está dando en sus prisas por recuperar el tiempo perdido frente a la pandemia, hace propaganda con la compra de cientos de ventiladores que quién sabe si se sepan usar.
Creo que, basado en su experiencia como director del IMSS, Martínez acudía a la metáfora de que el uso de los ventiladores no es como inflar llantas de bicicleta, sino que es un manejo muy especializado para el que, se entiende, no habría suficiente personal capacitado en el sistema hospitalario nacional.
Pareciera una obviedad que la compra urgente de miles de ventiladores que pretende el gobierno mexicano, debe ir aparejada a un exhaustivo y urgente programa de capacitación en el uso de esos aparatos, pero como a las claras se ve que los funcionarios andan “apejendejados”, pues no está de más recordarlo.