Por Jesús Ruiz Gámez
A reserva de los requisitos y condiciones que disponga el Consejo Estatal de Salud, el regreso a la actividad de las empresas industriales es un hecho, pues ayer el presidente de Index Sonora, Gerardo Vázquez, muy contento anticipaba que alrededor de un 70% del total de maquiladoras reiniciaría operaciones.
Ese porcentaje resulta del anuncio, ayer mismo, del Gobierno Federal para incluir en las actividades esenciales las industrias de construcción, minería y fabricación de equipo de transporte, resultando que a este último sector pertenece el 70% del parque industrial maquilador asentado en Sonora.
El anuncio, enmarcado en la “nueva normalidad” que anticipa el gobierno de López Obrador, le vino como anillo al dedo a los empresarios que comen ansias por reabrir sus empresas.
Se supone que la idea en el Consejo Estatal de Salud es permitir la reactivación de los sectores mencionados pero sujeta a que signifique la movilización de no más de un 20% de la población, lo cual no sé si se garantice, pues hay un enorme enjambre de empresas encadenadas a esos sectores y que necesariamente también tendrían que reactivarse.
Sonora aparece en color amarillo (nivel de alerta media) en el semáforo que ayer dio a conocer el gobierno federal, por lo cual se anticipa que la “nueva normalidad” debería iniciar en el estado a partir del 31 de mayo.
Pero ayer la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas, quien no oculta su preocupación por el ritmo de los contagios y el peligro de que se disparen con la reactivación económica, hizo un apunte que vale la pena retomar.
La Alcaldesa señaló que sobre Sonora se colocó un triángulo rojo, que incluye a la entidad entre aquellas donde la tendencia de contagios va en ascenso y que en Hermosillo, el aumento es precisamente la constante.
El semáforo de la pandemia incluye cuatro colores: verde para los estados con un nivel de alerta bajo; amarillo, en alerta media; naranja, para nivel alto; y rojo para alerta máxima.
Como Sonora está entre los estados con tendencia en ascenso, pudiera pasar que antes del 31 de mayo cambie de amarillo a naranja, a un nivel alto en la alerta, sobre todo si se sigue manifestando el desprecio de mucha gente sobre los riesgos del Covid-19.
En esa posible nueva circunstancia, sería un verdadero suicidio reactivar una masiva movilización con la reapertura de grandes empresas.
Entonces hay que poner atención a ese triangulito rojo sobre el mapa de Sonora.
VILLARREAL TOCA Y NO LE ABREN
Se nota que hay mucho, mucho frío desde el Palacio de Gobierno hacia la CTM Sonora, pues ayer el dirigente estatal de la (¿aún priísta?) central obrera, Javier Villarreal Gámez, se manifestó en contra de la reactivaación del parque maquilador.
Villarreal dice que no están dadas las condiciones para esa reactivación, que es muy riesgoso mientras no se garanticen medidas estrictas para proteger a los obreros.
Pero el dardo político de Villarreal salió cuando señala que esas medidas deben ser acordadas con la opinión de todos los sectores y no sólo de uno, pues asegura que en el gobierno estatal no se le ha dado esa voluntad polìtica de sumar a todos.
“Sólo se encierran en lo oscurito con el empresariado y eso está generando una gran inconformidad entre el sector de los trabajadores y el gobierno del estado, particularmente con la CTM”, declaró el dirigente cetemista.
Luego criticó que desde el gobierno estatal no se explican con claridad y no escuchan las demandas de los trabajadores, que son producto de muchos problemas que hay en varias regiones del estado, pero ante las cuales los oídos sordos se están haciendo una constante.
Aunque Villarreal no lo dijo, no hace falta para entender que su crítica está dirigida al secretario de Gobierno Miguel Ernesto Pompa y al secretario del Trabajo Horacio Valenzuela.
Y no es la primera vez que Villarreal toca la puerta, pero se nota que nomás no se la abren.
¿Tanto se ha debilitado la CTM, ya pasados los tiempos de Francisco Bojórquez?
EMPRESAS NOQUEADAS
El presidente de la Coparmex Sonora, Arturo Fernández, hacía suya la advertencia de que cinco de cada 10 empresarios creen que cerrarán definitivamente sus empresas ante la crisis económica y los efectos del coronavirus.
La pandemia y sus efectos en la salud y la economía “noquea a la mayoría de las empresas en sus ingresos y empleos. La falta de apoyos aumenta la incertidumbre de cuándo retomarán actividades”, posteó en twitter el dirigente empresarial.
En una presentación que acompañó a su tuit, se leía que seis de cada 10 empresas resiente una caída de más de 50% de sus ingresos; solamente 46.5% mantiene a sus trabajadores y 45% ha tenido que hacer despidos; 34% está incierto sobre reiniciar o no actividades; sólo 26% cree que reiniciará en junio; el 96% de las empresas no recibió ningún tipo de apoyo del gobierno federal.
Y esto de que la mitad de los empresarios están en la lona y podrían cerrar sus changarros, es para un futuro muy cercano, cuando en el presente ya se tiene una pérdida de empleos acumulada en el año superior a las 700 mil plazas.
¿Será igual de negro el panorama para la empresa sonorense?
BORRANDO LA MATERIA DEL DELITO
Ya ha de saber usted que el IMSS anunció ayer la decisión de devolver al hijo de Manuel Bartlett los ventiladores que vendió a la delegación del Instituto en el estado de Hidalgo, so pretexto de que presentaron irregularidades técnicas.
La realidad es que, además del escándalo político por la evidente corruptela, la compra de esos ventiladores a más del doble del precio regular sí daba materia para una investigación por parte de la Fiscalía General de la República.
Lo que hace el director del IMSS, Zoé Robledo, al revertir la operación, no es reconocer el trinquete, sino inventar una salida para así dejar sin materia la posible persecución penal, ya que el fraude estaba a la vista.
En pocas palabras, si la reportera Laura Sánchez, de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, no hubiera descubierto la corrupta operación, Bartlett hijo se hubiera quedado con sus millones (si es que acepta devolverlos) y en el IMSS ni hubieran reparado en que los aparatos no servían.
O sea que, en vez de buscar castigo al intento de defraudar a las finanzas del Instituto, Robledo y compañía salen con esta maroma para que todo quede impune.
Así las cosas en la “cuarta transformación”, donde se dicen tan diferentes a todos pero son tan iguales a los más léperos del PRI y del PAN.
