El dispositivo monitoreará de forma continua los datos biométricos del personal que visite el campus e incluso analizará otros padecimientos
Implementar un seguimiento continuo del personal académico y administrativo que visita regularmente las instalaciones de la Universidad de Sonora durante la contingencia por covid-19, es el objetivo del proyecto Salud Universitaria, una acción a desarrollar a través de una plataforma en tiempo real integrada por monitoreo de pulseras biométricas Unison, la aplicación Bita para el usuario, estaciones de medición ambiental y calidad del aire y un portal web de data abierta para consulta e investigación.
La propuesta científica de lo que será la primera plataforma en Latam para monitorear y trazar el contagio de este virus y otros, inició a partir de una conjunción de esfuerzos por parte de académicos del Departamento de Ingeniería Industrial y el Centro Metrópolis para el monitoreo ambulatorio a escala humana y en tiempo real del medioambiente, salud pública y movilidad.
Los docentes Raquel Torres Peralta y Federico Cirett Galán, coordinadores del proyecto, junto con Gilberto García Navarrete y Martín Alcaraz Olivarría, precisaron que se trata de una aplicación (App) que por medio de una pulsera tomará los datos biométricos para conocer el estado de salud continuo de quienes la porten.
La App, añadieron, se sincronizará por medio del celular a los datos y a un servidor que recogerá la información y la complementará con otros, como las condiciones del aire.
Torres Peralta y Cirett Galán tienen a su cargo el área de inteligencia artificial, mientras que Gilberto García y Martín Alcaraz, por parte del Centro Metrópolis, el monitoreo ambiental y calidad del aire, así como la manufactura y operación de los equipos de captura de datos y el diseño e integración de la App y servicios web de la plataforma.
Algoritmos de inteligencia artificial
Raquel Torres puntualizó que esa iniciativa propone el uso de algoritmos de inteligencia artificial para la construcción de un modelo de detección de sospechosos de infección por covid-19 en un grupo de miembros de nuestra comunidad universitaria, a través del monitoreo constante de oxigenación, temperatura, pulso cardiaco y presión arterial por medio de un dispositivo portable, recuperando también la ubicación en tiempo real de las personas.
Destacó que el alcance del proyecto es amplio, ya que con esa tecnología se podría detectar no sólo a los sospechosos de covid, sino también otras enfermedades contagiosas o padecimientos que pongan en riesgo la salud y calidad de vida de los miembros de nuestra comunidad.
“El modelo involucra la combinación de varios algoritmos de clasificación que analicen los patrones y determinen el riesgo de una persona de padecer o no el virus. “También incluye criterios heurísticos previamente definidos por la evidencia científica arrojada en lo que va de la pandemia alrededor del mundo”, añadió.
La propuesta, dijo, es parte de una solución que involucra varios proyectos que conformarán un sistema integral en donde, incluso, se mide la calidad del aire (como en salones de clases, oficinas y otros espacios) para determinar factores externos en la salud de quienes participan en el estudio.
Dio a conocer que los académicos Víctor Benítez, René Navarro y José Luis Ochoa también forman parte del equipo de trabajo, cada uno como responsable de distintas áreas de desarrollo del megaproyecto.
René Navarro y Víctor Benítez, indicó, son los responsables de la App Bita, de la parte que tiene que ver con los dispositivos.
Cabe destacar que los académicos Raquel Torres y Federico Cirett son doctores en Ciencias Computacionales por la Universidad de Arizona y cuentan con amplia experiencia en proyectos de aplicación de algoritmos inteligentes para vigilancia epidemiológica y medicina preventiva.
Riesgos de contagio
Raquel Torres Peralta señaló la importancia de la propuesta porque las características del virus y sus medios de transmisión hacen que cualquier interacción interpersonal en áreas cerradas, sin la ventilación adecuada, sea de alto riesgo, aun cuando se guarde distancia y se tomen las precauciones debidas.
Dijo que el comportamiento, evolución del paciente y variabilidad en los síntomas hacen difícil el pronóstico de los infectados, pudiendo muchos de ellos perder la vida por esta causa.
Recordó que desde la llegada de la covid-19 a Sonora se implementaron medidas sanitarias que restringen desde el primer trimestre del 2020 la impartición de clases presenciales en instituciones educativas de todos los niveles.
La Universidad de Sonora, afirmó, no fue la excepción; sin embargo, la naturaleza de ciertas instalaciones requiere actividades en laboratorios y áreas especiales en los distintos campus. “Por ello las visitas por parte del personal académico y de investigación, entre otras áreas, se da esporádicamente a las mismas instalaciones”, concluyó.
Un respiro para todos
Por la baja calidad del aire, donde las partículas PM2.5 productos de la contaminación son potenciales portadoras del virus SARS-CoV-2, aumenta la importancia de su medición y monitoreo para contribuir al trazado del contagio, dijo Martín Alcaraz, del Centro Metrópolis.
Confirmó que las estaciones de monitoreo ambiental para espacios abiertos y de calidad del aire en los cerrados, capturan estos datos en tiempo real y a escala humana para su análisis e interpretación y en el momento cruza con la información biométrica y de movilidad de los usuarios, creando mapas de calor y así ubica de manera oportuna zonas de riesgo en salud e higiene, apoyando los protocolos de sanidad.
“Salud Universitaria es una iniciativa de gran relevancia en estos momentos de pandemia, evitando la multiplicación del coronavirus, anticipándose también a nuevos contagios de otras enfermedades, donde la covid-19 nos enseña que las acciones tempranas tienen beneficios exponenciales”, concluyó por su parte Francisco Ortega Enríquez, coordinador responsable de Metrópolis.