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¿QUÉ HARÁ DURAZO CON GUAYMAS?

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LA PLANTA DESALADORA Y ¿SUBSIDIO?

¿MULADAR O POLO DE DESARROLLO?

ISSSTESON, OTRO NEGOCITO PARA ABOGADOS

Por Jesús Ruiz Gámez
Luego de la reciente visita del Presidente de la República a Sonora, el gobernador Alfonso Durazo mencionó que no quiso abusar de la generosidad de López Obrador y por eso no le planteó la imperiosa necesidad de recursos para atender la urgencia sanitaria que se vive en Guaymas.

Guaymas… ¿De muladar a polo de desarrollo?

Pero parece que al señor Gobernador no le quedará de otra más que acudir a esa generosidad del Presidente, ya que lo que sucede en el Puerto solamente tiende a empeorar.

Recordemos que el pasado 4 de noviembre el gobernador emitió la Declaratoria de Estado de Emergencia y Zona de Desastre Sanitario Ecológico para el municipio de Guaymas, debido al colapso en la red de drenaje, problema que es añejo pero que hizo crisis porque no se atendieron los daños ocasionados por las fuertes lluvias de los últimos años.

La declaratoria se expidió para que la Secretaría de Hacienda del Estado, a través de la Sidur, Cecop y Secretaría de Salud, autorice los recursos necesarios para atender la emergencia, aclarando que las obras y acciones a ejecutar serían supervisadas por la Comisión Estatal del Agua (CEA), entidad responsable del sistema de agua potable y alcantarillado de Guaymas.

En la misma declaratoria se establece que “en primera instancia” se destinarían recursos por 10 millones de pesos provenientes del Cecop, una cantidad mínima ante la magnitud del problema.

Hasta el momento no se ha hecho público un análisis que determine cuánta inversión es necesaria para resolver este gran problema, pero está claro que parece fuera de las posibilidades económicas del gobierno estatal.

LA PLANTA DESALADORA Y ¿SUBSIDIO?

Hay otra situación en puerta que puede agravar el problema mucho más y es la próxima entrada en operación de la planta desaladora de agua de mar, la cual inyectará agua -cuya producción es carísima- a una red de distribución por demás obsoleta y a unos usuarios acostumbrados a recibir agua dos o tres veces por semana y que una mayoría no paga.

Es decir que, con la planta desaladora construida con recursos federales, se impulsó como solución a la escasez de agua un proyecto de primer mundo para una ciudad con infraestructura de tercero o cuarto mundo.

Porque resulta totalmente aberrante y antieconómico pensar en inyectar agua muy cara a una red que desperdicia grandes porcentajes en fugas, para que llegue a usuarios que no querrán pagar el costo tarifario real.

Se sabe que los estudios de la CEA determinan como necesario un aumento de sus tarifas en Guaymas que van del 40 al 60%, pero apenas ayer el gobernador Durazo se vio obligado a declarar que apoya un aumento a la tarifa pero solamente para actualizar el índice inflacionario.

Durazo pareció estar consciente de lo políticamente costoso que resultaría para su gobierno autorizar aumentos tan altos como los que propondría la CEA, pero además a sabiendas de que los guaymenses no lo pagarán.

Entonces, al gobernador Durazo parece que no le quedaría de otra más que, al darse la entrada en operación de la desaladora, subsidiar aún más el diferencial que tiene la CEA entre lo que gasta y lo que recauda para llevar agua a los hogares guaymenses.

¿MULADAR O POLO DE DESARROLLO?

El gobernador luce muy entusiasmado cada vez que menciona sus proyectos para hacer de Guaymas un puerto de altura, capaz de recibir grandes barcos de turismo y de carga, con la ambiciosa meta de convertirlo en la puerta de entrada para el comercio entre Asia y la parte de Arizona y Texas de Estados Unidos.

De hecho, hace unos meses el entonces Gobernador electo dijo allá en el Puerto que en los próximos cinco años llegarán inversiones a Guaymas por mil 900 millones de dólares para la construcción de un complejo industrial que generará 4 mil 800 empleos temporales y 550 permanentes.

Obviamente llevar a Guaymas a ese estatus requerirá de inversiones impresionantes en infraestructura, que bien pudieran provenir de la federación y de particulares, pero no podrá emprender tan ambicioso plan si no soluciona primero el problema que dio origen a su declaratoria de emergencia sanitaria.

Porque no se puede pensar en hacer de Guaymas un auténtico polo de desarrollo si primero no se saca al puerto de esta condición de muladar.

Por eso escribo al principio que al gobernador Durazo no le quedará de otra más que acudir a esa generosidad que atribuye al presidente López Obrador, pues de lo contrario los grandes sueños para Guaymas quedarán solo en eso.

¡Qué difícil gobernar… y más sin dinero!

¿Verdad?

ISSSTESON, OTRO NEGOCITO PARA ABOGADOS

Acuña… Negocito para abogados.

Desde hace muchos años el Isssteson ha sido un auténtico platillo para grupos de abogados que, con el propio Instituto o su derechohabiencia, han lucrado que es un contento.

Ha habido despachos de abogados que se enriquecieron con cientos de demandas por las famosas “nivelaciones” de pensiones, que al Instituto le han costado decenas de millones de pesos anuales.

Otros han lucrado con otro tipo de demandas y en muchos de los casos se ha sabido de complicidades internas que redundaron en juicios perdidos a cambio de sendas mochadas.

Ahora resulta que algunos abogados están haciendo su “agosto” como consecuencia de encabezar las demandas por el retraso en el pago de las pensiones más altas, una medida anunciada y ordenada por el director del Isssteson Jesús Manuel Acuña.

Ignoro cuántas demandas de amparo han sido interpuestas por esta situación de los retrasos, pero sí sé que a los afectados les cobran 25 mil pesos por cada juicio, que de antemano se sabe ganarán porque el retrasar pagos de pensiones es una clara ilegalidad.

Así pues, una decisión de la Dirección general sólo redunda en coraje y preocupación entre los pensionados y en un negociazo para algunos abogados.