El trabajo informal literalmente atrapó a 31.6 millones de mexicanos, quienes –ante la necesidad de ganar dinero- se ven obligados a laborar en el ambulantaje, negocios sin registro, tareas domésticas y en empresas y organismos de gobierno que burlan la ley.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que –al cierre de marzo de 2022- la informalidad controla 56% de la población ocupada del país; mientras que sólo 44% se desempeña en empresas y entidades públicas donde reconocen la mayoría de sus derechos laborales.
Lo anterior implica que 56 de cada 100 trabajadores se desempeñan sin la garantía de un contrato, sin servicios de salud y sin prestaciones como el reparto de utilidades, aguinaldo, pensión, vacaciones y derecho a un crédito de vivienda; además de jornadas laborales fuera de la ley e ingresos muy bajos.
“21 millones de trabajadores mexicanos, equivalentes a 61.1% el total carecen de servicios de salud”.
Cifras oficiales
Mujeres, las más afectadas
A través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondiente a marzo de 2022, el Inegi reportó que las mujeres son el sector más golpeado por la informalidad; con un tercio de las trabajadoras afectadas por condiciones negativas de empleo.
Reportó que 56.8% de las mexicanas, que desempeñan una actividad económica, están ocupadas en una plaza informal; mientras que los hombres reportan una proporción de 55.1%, equivalente a casi dos puntos porcentuales menos.
Destacó que, a pesar de la recuperación de la actividad económica y de que los efectos más graves de la pandemia de Covid-19 comenzaron a disiparse, las tasa de informalidad femenina pasó repuntó de 55.7% a 56.8% entre marzo de 2021 y el mismo mes de 2022.