La hiperglucemia es glucosa elevada en sangre. Se conoce popularmente como una subida de azúcar, que ocurre cuando los niveles ascienden por encima de lo normal y puede causar síntomas como sudor frío, aumento de la sed, convulsiones, letargos, náuseas, aumento de las ganas de orinar y una debilidad generalizada.
Una emergencia de azúcar alta puede provocar un coma diabético, una neuropatía y retinopatía diabética, problemas renales o cardíacos, y el síndrome hiperosmolar hiperglucémico (HHS), por lo que debe ser atendida de inmediato.
Se determinan los altos niveles de azúcar en la sangre cuando hay 124 miligramos de glucosa por cada decilitro de sangre cuando no se ha comido. Si ya se ha comido, la cifra no debe ser superior a 180 miligramos de glucosa por cada decilitro de sangre.
En una situación de emergencia, es importante aprender a manejar los distractores nerviosos y concentrarse en la estabilización que permita bajar el nivel de azúcar, para ello, siempre se debe tener en cuenta los siguientes factores: medir los niveles de glucosa, administrar insulina, beber agua y hacer ejercicio.
Administrar insulina. En las personas que tienen diabetes tipo 1 o 2 que sufren una subida de azúcar es necesario administrar insulina, si tienen más de 250 miligramos de glucosa por decilitro de sangre, debe actuar rápidamente pues está a riesgo de sufrir un coma diabético.
Mucha agua. Para hidratar el organismo es importante suministrar suficiente agua. No beber agua es un acto que puede impactar a las personas con esta condición, pues la glucosa tiende a concentrarse a mayor medida en las venas que necesitan oxigenarse con agua y otros elementos.
Hacer ejercicio. La actividad física siempre es una recomendación de los expertos para lograr un mejor estado de salud y para una subida de azúcar no es la excepción. Una caminata de tan solo 15 minutos llega a tener un impacto importante en esta condición.
Además, los expertos también aconsejan otras medidas a largo plazo para evitar estas posibles complicaciones. Los diabéticos deben eliminar el consumo de tabaco; es importante mantener una dieta baja en grasas y hacer un buen control de la tensión, la glucosa, los triglicéridos y el colesterol.
