La violencia se empodera del proceso electoral y aumenta el riesgo para candidatos, por lo que muchos de ellos solicitan se les brinde seguridad oficial. El proceso electoral de este 2024 podría convertirse en uno de los más violentos de la historia, pues hasta el lunes 4 de marzo habían sido asesinados 21 candidatos o aspirantes a serlo en distintas localidades, por lo que otras 23 personas que buscan puestos de elección popular han solicitado la protección del gobierno federal. Sin embargo, hasta el momento sólo quince de los candidatos que han manifestado estar en riesgo cuentan con algún mecanismo de protección, debido a los otros ocho no han podido ser ubicados. Según distintas publicaciones en la prensa, las muertes violentas de candidatos han ocurrido cuatro en Veracruz; Guerrero, Morelos y Michoacán, con tres cada uno, dos en el Estado de México, y con uno Jalisco, Ciudad de México, Colima, Chiapas, Guanajuato, Puebla. A ellos se suman decenas de casos de algún tipo de violencia contra candidatos, lo que ha llevado a que apenas empezando el proceso electoral de este año, ya 23 de ellos hayan invocado la protección de la Secretaría de Seguridad del gobierno federal. En la conferencia matutina del presidente López Obrador, la secretaria Rosa Icela Rodríguez informó de este número de candidatos que han manifestado estar en riesgo, por lo que piden se les brinde seguridad. Entre ellos se incluyen los tres contendientes por la presidencia de la República: Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez. Además, se cuentan tres candidatos a gobernador, siete al Senado y diez a diputaciones federales. El protocolo establecido para estos casos con el INE (Instituto Nacional Electoral), no permite revelar el nombre de los protegidos, aunque se sabe que cuatro de las solicitudes fueron de partidos de la Cuarta Transformación y las 19 restantes de partidos políticos opositores al gobierno. El procedimiento para recibir apoyo en seguridad, es comunicar sobre el peligro primero al INE, que turna el caso a la Secretaría de Seguridad federal, al Ejército y a la Guardia Nacional, donde se evalúa el nivel de riesgo, el cual si es alto amerita se les proporcione al candidato una escolta de diez elementos con cuatro vehículos, o de ocho en tres vehículos si es medio, o de dos agentes y un vehículo si el riesgo es bajo.