La Comisión Europea ha publicado recientemente un informe, titulado ‘Seguridad de los tatuajes y maquillaje permanente’, en el que se alerta de que algunos componentes de la tinta de los tatuajes pueden liberar sustancias cancerígenas y se avisa de que muchos no están elaborados para su uso cosmético.
Actualmente, y aunque las tintas se inyectan en la dermis, no existe una legislación específica en la Unión Europea sobre la tinta de los tatuajes de larga duración, pero sí sobre los productos cosméticos. Una falta de normativa que puede poner en riesgo a la salud de la población europea, el 12% tiene algún tatuaje, especialmente los jóvenes, ya que la “mayoría” de los ingredientes empleados no están autorizados para su uso.
{loadmodule mod_banners}
De hecho, en el trabajo, que ha contado con la colaboración de la experta de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), María Areses Vidal, se refleja que más del 80% de los colorantes utilizados en los tatuajes son orgánicos y, de ellos, más del 60% son pigmentos azoicos que, en algunos casos, pueden liberar aminas aromáticas, las cuales están vinculadas a la aparición de algunos tipos de cáncer como, por ejemplo, el de vejiga, y están destinadas a emplearse en las industrias de la goma, el aluminio y el textil.
Y es que, estos componentes se pueden degradar por la exposición solar, la radicación ultravioleta o láser, poniendo así en riesgo la salud de la persona que lo lleva. En este sentido, el organismo ha informado de que hasta un 5% de las personas tatuadas pueden sufrir una infección bacteriana, alergias agudas o hipersensibilidad retardada.
Estas reacciones que pueden parecer hasta décadas después de realizarse el tatuaje, provocando la aparición de patologías autoinmunes subyacentes. “Asimismo, los trastornos de la pigmentación de la piel se pueden dar en el 5 o el 15% de las personas que se someten una terapia láser para eliminar el tatuaje”, recalca el informe.
{loadmodule mod_banners}
Por todo ello, la Comisión Europea ha destacado la necesidad de actualizar los requisitos químicos y el etiquetado de los componentes que se usan en los tatuajes, así como analizar los riesgos que pueden suponer para la salud. Además, ha aconsejado no usar aquellos que contienen aminas aromáticas.
Precisamente, este verano la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) recomendó elegir colores azules, grises y negros a la hora de hacerse un tatuaje, porque son más fáciles de eliminar, y evitar el color rojo o naranja porque suelen provocar reacciones de rechazo.