Tras pasar varios meses internado en el hospital Ángeles, de la Ciudad de México, la Procuraduría General de la República (PGR) internó en el Penal del Altiplano a Mario Humberto Aguirre Ibarra, proveedor del Gobierno de Sonora y coacusado junto con Guillermo Padrés por el “lavado” por 178 millones de pesos.
Según se supo recientemente, Aguirre habría ofrecido un acuerdo reparatorio de 3 millones de dólares a cambio de que cancelaran su juicio por “lavado” de dinero y delincuencia organizada -y con ello evitar la cárcel-, pero su propuesta fue rechazada por la juez de la causa.
De hecho, aunque el expediente contra Padrés es por 178 millones de pesos, al empresario en particular le imputan operaciones por 10 millones, lo que implica que su ofrecimiento es 5 veces mayor a la suma que le acusan haber blanqueado en el sistema financiero.
Aguirre se internó en el nosocomio de Huixquilucan para atenderse de problemas cardiovasculares y fue allí donde dio aviso a la PGR y se entregó a las autoridades.
La PGR le imputa haber pagado un “diezmo” por cada contrato recibido del Gobierno estatal para fabricar uniformes escolares y que ascienden a un total de mil 160 millones 892 mil 62 pesos.
En la investigación se establece que la empresa Procesos Automatizados de Manufactura, propiedad de Mario Aguirre, hizo un depósito de 3.3 millones de dólares que, en última instancia, tuvo como beneficiario al ex Gobernador.