Este lunes el Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto presupuestario para financiar al gobierno hasta el 8 de febrero, lo que termina con el cierre administrativo parcial que sufre desde el pasado viernes a medianoche.
Ahora la propuesta pasa a manos del presidente Donald Trump, que con su rúbrica reabrirá las agencias gubernamentales desde el martes, según The New York Times.
Los legisladores votaron con 266 votos a favor y 150 en contra para reabrir el gobierno federal y extender los fondos, así como para proporcionar financiación para el Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP, por sus siglas en inglés) durante seis años.
El cierre entró en vigor en la medianoche del viernes después de que la mayoría de los senadores demócratas y un puñado de republicanos bloquearan un proyecto de ley de gastos temporales aprobado por la Cámara de Representantes que habría durado hasta el 16 de febrero.
Los demócratas se comprometieron a no votar a favor de una medida de gasto a menos de que se llegue a un acuerdo sobre cómo garantizar la protección de los jóvenes inmigrantes indocumentados que llegaron al territorio estadunidense cuando eran niños, conocidos como “dreamers”.
La Cámara de Representantes y el Senado sostuvieron sesiones de emergencia durante el fin de semana para acabar con el parón, pero una resolución final no surgió hasta el lunes por la mañana.
Hasta que Trump no firme los fondos provisionales, cientos de miles de trabajadores federales seguirán suspendidos de empleo y sueldo.
Sin embargo, la corta duración del cierre, así como el hecho de que la mayor parte ocurrió durante un fin de semana, significa que sus efectos serán relativamente mínimos en comparación con el cierre de 16 días que tuvo lugar en 2013.
La cesión de los demócratas en el Senado llegó después de que el líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell, prometiera permitir que un proyecto de ley de inmigración se someta a votación el mes próximo.
El líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer, dijo por su parte que McConnell se comprometió a que, si no hay acuerdo de inmigración antes del 8 de febrero, el Senado procederá inmediatamente a la consideración de la legislación” sobre los “dreamers”.
Los demócratas impidieron el pasado viernes la aprobación del presupuesto al vincular su apoyo a que Trump y los republicanos accedieran a regularizar a los “dreamers”, después de que el mandatario pusiera fin al programa con el que el expresidente Barack Obama protegió a esos jóvenes de la deportación, llamado DACA.