El médico estadounidense Larry Nassar fue sentenciado este miércoles a entre 40 y 175 años de prisión por haber abusado sexualmente de más de un centenar de menores de edad y mujeres, muchas de ellas gimnastas del equipo olímpico de ese país.
La duración exacta de la condena se sabrá en una audiencia posterior y la defensa tiene 21 días para apelar, según indicó la jueza.
“Acabo de firmar su sentencia de muerte”, dijo la jueza Rosemarie Aquilina, después de que 156 mujeres presentaron durante seis días su testimonio frente a Nassar.
Nassar, de 54 años, participó en la preparación de gimnastas para cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos.
Formó parte del programa de gimnasia de Estados Unidos desde finales de la década de 1980 hasta julio de 2015, cuando el cuerpo rector nacional de este deporte lo despidió.
Rachael Denhollander fue la primera en acusar a Larry Nassar y la última de las víctimas que se pronunció ante el médico en el tribunal de Michigan.
Las destacadas deportistas Simone Biles y McKayla Maroney, ganadoras de medallas olímpicas, fueron algunas de las que lo señalaron públicamente.
Fue encarcelado en diciembre por tres cargos relacionados con posesión de imágenes de abuso sexual infantil que fueron encontradas en su computadora.
Ese delito lo llevó a recibir una condena de 60 años de prisión.
Las víctimas de Larry Nassar expusieron cómo el médico aprovechó la confianza que le tenían para cometer sus abusos.
La fiscal Angela Povilaitis dijo en su alegato final que Nassar abusó sexualmente de niñas hasta de 6 años.
Uno de sus abusos consistía en penetrarlas con sus dedos sin guantes, “no para tratarlas médicamente, sino por su placer”.
“Robó la inocencia de las víctimas, mintió sobre su propia inocencia y engañó a padres, a la comunidad y al mundo sobre la confianza en los médicos”, dijo Povilaitis.
En su declaración final este miércoles, Nassar reconoció su culpabilidad y dijo que tendrá en mente las acusaciones de sus víctimas por el resto de su vida.
“Sus palabras me han afectado significativamente y me han conmocionado. Pero también reconozco que lo que siento no es nada comparado con el dolor, trauma y destrucción emocional de todas ustedes”, dijo.
“No hay palabras para describir cuán profundamente lamento lo que ha ocurrido”, añadió.
El año pasado, Nassar ya se había declarado culpable de las acusaciones que le hacían las gimnastas para que “la comunidad avance y se detenga el sufrimiento”.
Sin embargo, la juez Aquilina expresó que no encontraba sinceridad en su disculpa de este miércoles ni en una carta que escribió Nassar el año pasado.
La juez arrojó la carta desde su estrado antes de pronunciar su veredicto.