El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sigue siendo optimista sobre la posibilidad de que Canadá logre un buen acuerdo en las negociaciones para actualizar el TLCAN, en medio de señales de que podría estar más cerca la resolución de uno de los asuntos más contenciosos del pacto.
En abril se celebrará la octava ronda de conversaciones, que se están prolongando por el pulso de Canadá y México con las amplias demandas de Estados Unidos para introducir cambios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que mueve 1.2 billones de dólares.
Personas cercanas al proceso dicen que la parte estadunidense está mostrando más flexibilidad ahora ante la necesidad de acabar antes de las elecciones presidenciales de México en julio.
El diario The Globe and Mail de Toronto dijo que Washington abandonó su insistencia de que todos los autos fabricados en las naciones del TLCAN tengan un 50 por ciento de contenido estadunidense.
Canadá y México habían rechazado la exigencia.
Las noticias contribuyeron al avance del dólar canadiense hasta un máximo de seis días frente a su par estadunidense, mientras que el peso mexicano trepaba más del 1 por ciento.
Una fuente canadiense conocedora de las negociaciones dijo que “parece haber un progreso positivo en algunos asuntos clave” como los automóviles, aunque no aportó más detalles.
Un portavoz de la ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, declinó hacer comentarios.
David MacNaughton, embajador de Canadá en Estados Unidos, dijo el martes a periodistas que hubo movimientos en el asunto de los autos, pero no llegó a confirmar si Washington desistió de sus demandas sobre el contenido de los vehículos.
Volvieron con algunas ideas que -si se llevan a su conclusión lógica- significarían que no se necesita ese requisito”, comentó.
¿Llegamos a un punto en el que podemos darnos la mano y decir ‘tenemos un acuerdo’?” Absolutamente no (…) No sé si podremos llegar o no”, agregó.
El ministro de Economía de México afirmó la semana pasada que si las tres naciones no concluyen las conversaciones a fines de abril, el proceso de dilatará al menos hasta fines de 2018.
La elección presidencial mexicana se celebrará el 1 de julio, mientras que los comicios de medio término de Estados Unidos serán en noviembre”.
Somos muy conscientes de las presiones temporales que tiene Estados Unidos por los comicios de medio término y las elecciones mexicanas y estamos trabajando muy duro”, añadió Trudeau.