En estos días en que las temperaturas se disparan y todos buscamos permanecer en lugares frescos y refrigerados, no debemos olvidar que nuestras mascotas y demás animalitos también pueden sufrir un golpe de calor.
Hay varias recomendaciones que podemos seguir para minimizar el impacto de las altas temperaturas, entre ellas: Proporcionarles sombra, ubicarlos en lugares ventilados, brindarles agua limpia y fresca, así como alimentarlos durante las horas de menos calor.
La sensación de calor que experimenta un animal no depende sólo de la temperatura ambiente, sino de la denominada temperatura efectiva. Ésta, a su vez, resulta de la interacción de varios factores, especialmente la temperatura ambiente, la humedad relativa, la ventilación y la radiación solar.
En el caso específico de los perros, se recomienda sacarlos a pasear en horarios adecuados (en los perros con patologías, respetar sus tiempos y en caso de tener paseador solicitar paseos individuales) y bajo ningún caso dejarlos dentro de los autos.
Los perros, por ejemplo, a diferencia de las personas, no tienen glándulas sudoríparas en el cuerpo, por lo que no pueden regular su calor corporal mediante el sudor; por el contrario, lo hacen a través de jadeos y del sudor que se elimina por las almohadillas plantares y, en el caso de los gatos, a través del lamido.
Cortarle el pelo
Si tu mascota tiene el pelo largo, recortarlo puede ser otra medida para ayudarle a controlar la temperatura. Cuando se corta el pelo, lo importante es dejar unos 2-3 centímetros aproximados de longitud ya que el pelo en parte protege del calor y de las quemaduras solares.
Le hayas o no cortado el pelo, un cepillado frecuente es muy aconsejable para favorecer la muda y retirar el subpelo, es decir el pelo más fino y lanoso del manto que sirve para dar calor en invierno.