Un ataque a una comunidad de cristianos coptos en Egipto y que dejó casi treinta muertos, fue causa de que el presidente egipcio Abdel-Fattah al Sisi respondiera con un bombardeo contra un presunto campo de entrenamiento yihadista en Libia.
Según la agencia de noticias oficial egipcia MENA, que cita a altos cargos del Ejército, la operación aérea consistió en el lanzamiento de seis proyectiles que habrían destruido “por completo” el campo de adiestramiento terrorista, sin conocer hasta ahora el número de víctimas mortales.
Habida cuenta que los autores del atentado contra un autobús de feligreses cristianos se dieron a la fuga y de que ni tan siquiera existe todavía una reivindicación oficial de la masacre, es difícil que el Gobierno egipcio cuente con alguna prueba de que existe una “conexión libia”. Más bien parece que se trata de un intento de apaciguar los exaltados ánimos de la comunidad cristiana copta.
En su primera reacción oficial a la tragedia, la Iglesia Ortodoxa Copta instó a las autoridades a “tomar las medidas necesarias para evitar estos ataques”. Si bien los cristianos egipcios apoyaron abrumadoramente a Al Sisi tras el golpe de Estado, tras los últimos atentados, grupos de cristianos han gritado consignas contra el Gobierno.
Esta no es la primera vez que el “raïs” Al Sisi reacciona con un bombardeo aéreo a una masacre de cristianos coptos. A mediados de febrero del 2015, los cazabombarderos egipcios también golpearon varias bases yihadistas, una de ellas también en Derna, después de que el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) emitiera el vídeo del brutal asesinato de 21 cristianos coptos por decapitación.
Sin embargo, en aquella ocasión, la matanza sí tuvo lugar en una playa de la propia Libia, si bien probablemente no en la región que atacaron los aviones egipcios.
Hasta el pasado verano, el ISIS llegó a controlar una franja de más de 100 kilómetros de franja costera en Libia alrededor de la ciudad de Sirte, su bastión. No obstante, tras meses de lucha, milicias alineadas con el Gobierno de Unidad Nacional patrocinado por la comunidad internacional, desalojaron al ISIS de la zona y se hundió su “emirato” libio. Según varios observadores de la escena política libia, centenares de combatientes de la milicia yihadista consiguieron huir al cerco de Sirte, y se han refugiado en el sur del país.
De hecho, los servicios de inteligencia británicos consideran que el autor del reciente atentado de Mánchester reivindicado por el ISIS, Salman Abedi, viajó a Libia antes del atentado, donde probablemente recibió adiestramiento. Así pues, la amenaza que presenta la milicia yihadista no ha desaparecido del país magrebí aunque ahora ya no controle ningún franja de territorio.