Mientras Donald Trump hace de las suyas en la Casa Blanca, el expresidente Barack Obama y su esposa Michelle gozaron de unas merecidas vacaciones en el Caribe de las Islas Vírgenes Británicas, en la isla privada de sir Richard Branson, fundador de Grupo Virgin.
Al llegar a la isla Moskito una de las primeras cosas que Barack recordó fue que, poco antes de tomar la presidencia, él había estado surfeando en las peligrosas olas en Hawaii cuando uno de sus miembros de seguridad le dijo, “Esta será la última vez que surfees en ocho años”.
“Así que fue tremendo ofrecerle la oportunidad de aprender a hacer kitesurf”, contó Branson en la página de Virgin. “Yo quería aprender foilboard surfing, por lo que decidimos hacer un reto amistoso: ¿podría Barack aprender a hacer kitesurf antes de que yo aprendiera a hacer foilboard? Acordamos que habría una batalla el día final para ver quien se quedaba parado por mayor tiempo”.
Barack aprendió los básicos por dos días en la playa antes de saltar al agua. “Siendo el expresidente de Estados Unidos, había mucha seguridad alrededor, pero Barack se pudo relajar realmente y adentrarse en la experiencia”, escribió Branson.
Barack se cayó un par de veces, al igual que Branson. Y en el día final, logró ganar el reto.