Brasil detuvo este jueves a 10 personas en una decena de estados del país por integrar una “célula amateur” vinculada al Estado Islámico, y que planeaba “actos terroristas” para ser ejecutados durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Además de las 10 personas detenidas por la policía federal, otras dos son buscadas por integrar ese grupo, cuyos miembros “no se conocían todos personalmente y se comunicaban por mensajes de WhatsApp y Telegram”, reveló el ministro de Justicia brasileño, Alexandre de Moraes.
El grupo estaba siendo vigilado por la policía federal brasileña al menos desde abril, cuando fue detectado en las aplicaciones de comunicación mensajes sobre el Estado Islámico y felicitándose por los recientes ataques en Orlando (Estados Unidos) y en París (Francia).
Varios de los miembros del grupo habían “jurado lealtad” al Estado Islámico a través de internet y estaban planeando adquirir armas automáticas como AK-47 en Paraguay, para llevar a cabo eventuales ataques durante los Juegos Olímpicos, dijo el ministro.
“Hubo un primer contacto virtual con el Estado Islámico. Hubo una serie de actos preparatorios y en un momento dado el grupo comenzó a pensar que Brasil podría ser transformarse en un objetivo como consecuencia de los Juegos Olímpicos. Uno de los miembros estaba queriendo ir al exterior para encontrarse con miembros del Estados Islámico”, señaló.
Operativo
La operación, en la que participaron agencias de inteligencia internacionales con intercambio de información, se produce a apenas 15 días del inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y pocos días después del atentado de Niza, en el sur de Francia.
De Moraes explicó que se trataba de una “célula amateur” integrada por brasileños sin contacto personal con miembros del Estado Islámico y, en el caso de dos de los 10 detenidos, con antecedentes criminales por homicidio que les hizo cumplir seis años en prisión.
“Se han decomisado computadores, equipos y celulares. Vamos a verificar si hay ramificaciones o no. La prioridad es total y toda información nueva será anunciada”, dijo de Moraes, quien recordó que es “la primera detención en Brasil con base en la ley antiterrorismo” aprobada este año.
Con todo, el ministro volvió a reiterar lo que Brasil lleva repitiendo durante varias semanas: el riesgo de que se produzca un ataque terrorista en el país es bajo.
“La probabilidad es mínima de que haya un ataque durante los Juegos Olímpicos, pero la posibilidad existe en todo el mundo”, dijo.
Por su parte, la policía federal dijo en un comunicado que 130 agentes participan en la operación, llamada “Operación Hashtag”, y realiza detenciones y búsquedas en los estados de Amazonas, Ceará, Paraíba, Goiás, Minas Gerais, Río de Janeiro, Sao Paulo, Paraná y Rio Grande do Sul.
“Las investigaciones tuvieron inicio en abril con el monitoreo de redes sociales por parte de la División Antiterrorismo de la policía federal”, explicó el organismo en un comunicado.
“Los involucrados participaban de un grupo virtual denominado Defensores de la Sharia y planeaban adquirir armamentos para cometer crímenes en Brasil y en el exterior”, agregó.
Brasil anunció la semana pasada un cambio en su esquema inicial de seguridad para los Juegos Olímpicos por causa de la amenaza terrorista, un anuncio realizado tras el ataque en Niza que causó 84 muertos.
El ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, general Sergio Etchegoyen, dijo que será reforzado el sistema de seguridad, y advirtió a la población que deberá ceder “un poco de comodidad a cambio de mucha seguridad”.
En total, el gobierno brasileño movilizará unos 85 mil efectivos entre Fuerzas Armadas (Marina, Ejército, Aeronáutica), Guardia Nacional, Policía Federal, Policía Civil y Militar en la ciudad para proporcionar seguridad a los atletas, las autoridades y los visitantes.