La expresidenta surcoreana Park Geun-hye ha sido sentenciada a 24 años de prisión y una multa de 18.000 millones de wones (16.8 millones de dólares) por un enorme escándalo de corrupción que condujo a su destitución a principios del año pasado.
En un juicio televisado en vivo, el Tribunal del Distrito Central de Seúl emitió la sentencia contra la exlíder del país, un año después de su arresto a finales de marzo de 2017, informó la agencia surcoreana Yonhap.
Park, de 66 años, fue acusada de 18 cargos de corrupción, incluidos soborno, abuso de poder y filtración de secretos estatales, de 16 de los cuales fue declarada culpable.
La fiscalía había demandado una sentencia de 30 años de prisión y 118.500 millones de wones en multas (110.9 millones de dólares).
El tribunal dictaminó que Park conspiró con su confidente y amiga, Choi Soon-sil, conocida como la “Rasputina”, crearon una vasta red de favores a través de la cual extorsionaron a grandes empresas como Samsung, Hyundai o Lotte.
“La acusada abusó de la autoridad presidencial delegada del pueblo de este país y esto dio como resultado un gran caos en términos de orden público y gestión estatal”, dijo el juez Kim Se-yun en el juicio televisado, tras señalar que la responsabilidad recae en Park por haber abandonado sus deberes constitucionales.
La primera mujer presidenta de Corea del Sur, quien asumió el poder a principios de 2013, se convirtió en el primer jefe de Estado del país en ser destituido y en el tercero en ser acusado de corrupción.
La corte consideró 7.300 millones de wones (6.8 millones de dólares) como sobornos de Samsung. También reconoció 7.000 millones de wones (6.5 millones de dólares) como sobornos proporcionados por el gigante minorista Lotte a la fundación sin ánimo de lucro de Choi.
El tribunal halló a Park culpable de forzar a SK a financiar con 8.900 millones de wones (8.3 millones de dólares) una de las firmas de Choi, aunque nunca se realizó el pago.
Park también fue declarada culpable de los cargos relacionados con la creación y administración de una lista negra de artistas considerados críticos con su gobierno. A aquellos que estaban en la lista se les negaron las subvenciones estatales.
Su amiga Choi fue sentenciada a 20 años de cárcel en febrero. Choi ha apelado el fallo del tribunal.
En la trama de corrupción resultó implicado también el heredero y líder de facto de Samsung, Lee Jae-yong, quien pasó una temporada en prisión antes de que la justicia surcoreana suspendiera la condena de cinco años de prisión por falta de pruebas en varios delitos.