Algunos de los alimentos que no se deben consumir en exceso, dado que al convertirse en azúcar en el organismo pueden alterar el correcto funcionamiento del mismo y así desencadenar enfermedades como la obesidad y las enfermedades crónicas degenerativas:
1. Harinas refinadas: En el mercado existen dos clases de harina: las integrales (conservan sus componentes originales por naturaleza) y las que han sido procesadas y refinadas para obtener las comúnmente llamadas “blancas”.
Lo que sucede con la harina blanca es que, al ser refinada, el germen y el salvado se descartan, por lo cual la digestión de las mismas se acelera al no contar con la fibra original que evita que la absorción sea más rápida.
2. Lácteos: Todos los derivados de la leche que no estén descremados deben ser eliminados de la dieta de personas diabéticas, como: margarina, yogur, queso y nata.
3. Algunos almidones: Por lo general, los almidones que están menos procesados tienden a subir el azúcar en la sangre con mayor lentitud. Esto incluye alimentos como el arroz integral, las lentejas y la avena. Los alimentos muy procesados, como el arroz blanco y el pan blanco, suben el azúcar en la sangre más deprisa.
4. Azúcares añadidos: Los alimentos con azúcar añadido (como pasteles, galletas y refrescos) aumentan rápidamente el azúcar en sangre. Es posible ver escritas las palabras “azúcar, jarabe de maíz, dextrosa, sacarosa o fructosa” en las etiquetas de los productos, por lo que habría que optar por alimentos naturales (como la fruta, la leche o el yogur griego).
Por otro lado, la fibra ayuda a enlentecer la absorción de azúcar: una dieta que contenga mucha fibra puede ayudar a las personas con diabetes a mantener las concentraciones de azúcar en sangre dentro de unos márgenes saludables.
Alternativas para bajar los niveles de azúcar en la sangre
Lo más importante es hacer actividad física diaria y llevar una dieta balanceada con alimentos en los que sea posible medir el índice glucémico (IG).
Pero también hay que tomar en cuenta aquellos alimentos que aportan pueden ingerirse sin perjudicar los niveles de glucosa y ser determinantes en pacientes que sufran, por ejemplo, diabetes:
1. Aguacates: Es una fruta rica en grasas monoinsaturadas, que da bastante energía y tiene una porción muy pequeña de azúcar que ayuda a controlar la glucemia.
2. Kiwi: contiene vitamina C, E y A, potasio, altas cantidades en fibra y es bajo en hidratos de carbono, que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre y reducir el colesterol.
3. Cerezas: posee polifenoles en su composición, como el ácido clorogénico, que puede ayudar a regular los niveles de azúcar y de insulina en la sangre, evitando picos o caídas de la glucemia.
4. Manzanas: si bien tienen hidratos de carbono en forma de azúcares, si estas se consumen asadas, los niveles de glucosa no deberían subir en la sangre.
5. Bananas: contienen un IG de 51, el cual se considera bajo, pues 55 o menos significa que la comida no aumentará significativamente los niveles de azúcar en la sangre, mientras que los verdes poseen un índice de 42.