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Cuando el Covid-19 entra por los ojos

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Los ojos son una “puerta directa” de entrada para que el virus del SARS-CoV-2 acceda al cuerpo humano, por lo que los científicos han asociado la manifestación de conjuntivitis como uno de los síntomas del Covid-19, ya que un gran número de pacientes que contrajeron el virus han desarrollado la enfermedad del “ojo rojo”; los estudios indican que los aerosoles del virus o las manos infectadas podrían ser los causantes de contaminar la zona ocular.

Desde que inició la pandemia, en diciembre de 2019, investigadores chinos estudiaron la posibilidad que las lágrimas contuvieran al coronavirus. Los resultados demostraron que la superficie ocular y en las secreciones conjuntivales de pacientes positivos contenían al Covid-19.

De acuerdo a esta investigación, los pacientes que atravesaron la enfermedad en sus formas más graves registraron una incidencia de conjuntivitis. El grupo de edad que participó en la investigación osciló entre los 47 a 68 años, la mayoría de los casos con “ojo rojo” fue detectado en pacientes hombres.

Sin embargo, estos no son los primeros estudios que sugieren que la conjuntivitis está asociada al contagio de la enfermedad, ya que la infección ocular ha sido un padecimiento frecuente en las personas y animales infectados con otros coronavirus. Pero los expertos han mencionado que es “poco probable” que el virus se transmita a través de los ojos.

“Un síntoma de presentación de Covid-19 podría ser ojos rojos e irritados”, expuso Nicholas Colatrella, director médico de PineCone Vision Center, pero está no es la una forma de infección ocular que desencadenaría el Covid-19. Los investigadores señalaron que, otras manifestaciones oculares comunes incluyen hiperemia del borde del párpado, pestañas con costras y anomalías en el orificio de Meibomio, asociada a la sequedad ocular y escasez de lagrimas.

De acuerdo a los expertos, este tipo de eventualidades deben de tratarse “rápidamente y con antibióticos intravenosos”, ya que puede propiciar efectos adversos más graves, de no atenderse a tiempo. En este sentido, Colatrella expresó que debe sospecharse de una infección del Covid-19 cuando se padece una patología oftálmica, sin antencedes que demuestren que es una afección recurrente en la o el paciente.

Aunado a esto, el oftalmológo señaló que el uso prolongado de cubrebocas ha dado lugar a que la población, en general, desarrolle “ojo seco”, pues el aire exhalado regresa a la córnea y causa irritación.