- Vandalismo de grupos radicales, debe ser castigado por la ley
- Lilly Téllez, asegura que no intervendrá en el proceso electoral del 2021
- Contagiados en la Planta Ford, en el pico de la pandemia
- López Obrador y Sánchez Cordero y sus formas para prevenir el coronavirus
Por Jesús Ruiz Gámez
Nuevamente los integrantes de grupos sembradores de odio que se dicen “anarquistas”, pero que en realidad son células locales de la más rancia izquierda radical, que en el contexto de la 4T se han reavivado en diversos puntos del país, vandalizaron ayer la Catedral de Hermosillo.
Estamos ante hechos que no deben tolerarse y que deben investigarse y sancionarse como lo que son: delitos contra el patrimonio público y violencia en las cosas que ponen en riesgo a las personas.
Ya basta de que este tipo de violencia sea perdonado, de que la ley sea violada por las propias autoridades con su omisión y pasividad, bajo el temor de que la aplicación de la ley sea denunciada como represión política.
Los que dañaron la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, como antes atacaron la sede del Supremo Tribunal de Justicia, reflejaron en sus pintas lo que verdaderamente son: extremistas de izquierda que quieren mantener viva la bandera de los normalistas asesinados en Ayotzinapa, que destilan su odio por toda religión, especialmente la católica, como se instruye en los manuales del marxismo, leninismo y maoísmo.
Son gente en cuyos cerebros se ha instalado una ideología de odio, de destrucción, que buscan socavar el orden y las instituciones sociales y de gobierno.
Los daños a la Catedral fueron hechos durante la noche e incluyen consignas de protesta por el asesinato de Giovanni López, un obrero muerto a manos de policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos, en el estado de Jalisco, donde ayer también grupos del mismo sello ideológico desataron una jornada de intensa violencia.
No hay que ser ingenuos, no se trata de hechos aislados, son parte de todo un movimiento nacional que toma estos hechos funestos, como el asesinato de Giovanni, como pretexto para la violencia.
Allá en Jalisco, la protesta no se orientó contra la policía del municipio donde ocurrió el asesinato y sus autoridades, sino que claramente fue orientada en contra del gobernador Enrique Alfaro y de allí el ataque al palacio de Gobierno, un edificio histórico que fue severamente vandalizado, además de los daños a otros inmuebles y a unidades de la policía estatal.
Que entre los protestantes hubo quienes genuinamente están indignados por el asesinato de Giovanni y en general por la violencia de las policías y la corrupción en los gobiernos, claro que los hay, pero los integrantes de estos grupos radicales aprovechan el enojo social para sus perversos propósitos de desestabilización.
Repito, como ciudadanos no debemos ser ingenuos, se trata de hechos planeados, orquestados y que van a reproducirse si no son denunciados como lo que son.
Y las autoridades, concretamente la fiscal del Estado, Claudia Indira Contreras, debe cumplir con su deber de perseguir a estos delincuentes y castigarlos.
LA RAZÓN DE LILLY
¡Ah! Y en referencia a estos radicales que no creen más que en la violencia para cambiar el sistema (solar), son de la misma especie que la senadora sonorense Lilly Téllez señala como un peligro para México incrustados en la “cuarta transformación”.
Dice el refrán que si crías cuervos te sacarán los ojos y eso es lo que les podría pasar al propio López Obrador y los moderados que a duras penas hacen equilibrio en su gobierno.
Lilly señala “con índice de fuego” -diría el clásico- que el supuesto movimiento plural de Morena ha sido traicionado y de cierta manera copado por estos grupos de la izquierda radical, que añoran regímenes como los de la Cuba castrista o de la Venezuela de Chávez y Maduro, que verdaderamente detestan la propiedad privada y a los empresarios.
Son, escribo yo, no lo dice Lilly, lobos que se disfrazaron con pieles de ovejas durante la campaña política para que millones de mexicanos de buena fe dieran su voto por un cambio que no ha sido el esperado.
Por otro lado, en más de las ondas trepidatorias que generó el anuncio de que la sonorense se adhirió a la bancada del PAN en el Senado, se ha insistido en que podría ser candidata a la gubernatura, lo cual ha rechazado una y otra vez, pero además se ha dado vuelo a otra versión en el sentido de que apoyará en su momento la candidatura de Alfonso Durazo en Morena.
Lo que Lilly dijo, claramente, es que ella apoyará a Durazo en su proyecto, pero sólo con un apoyo moral y no de manera activa, pues asegura que mantendrá su promesa de no meterse para nada en el proceso electoral del 2021.
Claro, todo está por verse, incluso por ella misma, quien seguramente no imaginaba que en menos de dos años ya no estaría en el proyecto de López Obrador y trabajando para los panistas en el Senado.
LOS CONTAGIOS EN LA FORD
Ayer se conoció que en la planta de Ford en Hermosillo se detectaron los primeros cuatro empleados contagiados por el coronavirus, esto mediante las pruebas aleatorias que todas las empresas que reiniciaron actividades esta semana deben aplicar entre su planta laboral.
En un documento de la empresa que fue circulado en redes, se informó al personal de la planta que de inmediato se aplicaron los protocolos que estaban previstos en caso de detectarse casos positivos, que incluyen el aislamiento de los contagiados, análisis de los compañeros de trabajo con quienes hayan tenido contacto y la sanitización de las áreas donde laboraban.
Escribo que son los primeros casos detectados, porque seguramente serán muchos más, ya que apenas se realizaron pruebas al 5% de la planta laboral de la Ford (fueron 50 las prueba aplicadas dijo el líder del sindicato Ricardo Martínez), porcentaje de pruebas semanales acordado por todas las empresas con el Consejo Estatal de Salud para poder reabrir puerta en esta etapa de “nueva normalidad”.
La verdad ignoro si para los expertos que forman parte del mencionado Consejo, el número de detectados en esta primera revisión sea motivo para que se ordene la aplicación de pruebas a un mayor porcentaje o a todos los empleados de las decenas de empresas que han movilizado a más de 80 mil trabajadores en esta primera etapa de reactivación.
Se supone que el permiso para reactivar la producción está condicionado a que la reapertura y el consecuente contacto de miles de trabajadores, no se refleje en contagios masivos, en un momento en que estamos precisamente en el pico de la pandemia en el estado.
Aclaro, no se trata de satanizar la reapertura, que simplemente es necesaria y casi obligada por los compromisos internacionales que implica la instalación de las industrias en todo México, sino que las autoridades se apeguen a su propio dicho de que la reactivación económica no signifique un mayor peligro para todos los sonorenses
¡¡EN MANOS DE QUIEN ESTAMOS!!
“No mentir, no robar, no traicionar, eso ayuda mucho para que no dé el coronavirus”, dijo ayer ¡¡EL PRESIDENTE DE MÉXICO!!
En manos de quién estamos fue lo primero que pensé, pero de inmediato me vino a la memoria que es el mismo Presidente que dijo que a él lo protegen sus “Detentes”, las estampitas que trae en su cartera.
Y que es de la misma prole que cree que la pandemia se combate con escapularios, con tréboles, con mole de gallina y hasta los tés de canela “tres veces al día” que recomendó nuestro diputado local Carlos Navarrete.
Y para acabarla de rematar, leo que nuestra ¡¡SECRETARIA DE GOBERNACIÓN”, declaró ayer, con toda seriedad, que ella no usa cubrebocas porque está blindada mediante gotitas de ¡¡“nanomoléculas de cítricos”!!
La flamante encargada de la política y seguridad interior del país, doña Olga Sánchez Cordero, aseguró que en sus gotitas van partículas de “nanocítricos” que destruyen directamente el virus que trae de cabeza al mundo.
Y yo que pensaba que cuando López Obrador le pedía permiso a la “madre tierra” para hacer su trabajo, cuando aceptaba el bastón de mando de unos indígenas para dirigir el país, era puro show, pero no, ¡¡realmente son así!!
