La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado a la depresión como una “pandemia silenciosa” que se ha incrementado a raíz del brote de COVID-19.
Y es que mientras los sistemas de salud en el mundo se concentra en controlar la COVID-19 y sus múltiples variantes, la prevalencia de la ansiedad y la depresión entre la población que ha sido sometida a confinamientos o restricciones en los dos últimos años.
De ahí que este 13 de enero, en el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, el mundo intenta, de nuevo, que esa pandemia ya no sea silenciosa.
De acuerdo a la OMS, es una enfermedad relativamente común pero no normal, pues se define como un trastorno mental común y estima que en todo el mundo el 5% de los adultos la padecen, esto representa alrededor de 280 millones de personas.
Sin embargo, cuando la depresión es recurrente y de intensidad moderada a grave, esta puede llevar al suicidio.
Depresión y trastornos de ansiedad en aumento por la COVID-19: IMSS
La depresión, los trastornos de ansiedad, el consumo de alcohol y drogas, así como, las secuelas neuropsiquiátricas por la COVID- 19, son los padecimientos mentales que se han incrementado debido a la emergencia sanitaria, señaló el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y para revertirlos recomendó practicar la higiene del sueño, aceptar el cambio y alentar la sana expresión de las emociones.
En este sentido, la doctora Eunice Itzel Valle Arteaga, subdirectora del Hospital de Psiquiatría “Morelos”, señaló que tras año y medio de emergencias sanitaria, las personas experimentan miedo al contagio, incertidumbre laboral, agotamiento emocional, irritabilidad, incremento de la violencia y en algunos casos, el consumo de sustancias.
Qué no decir a una persona que sufre de depresión
Sabemos que la depresión sigue siendo poco comprendida y que está rodeada de mitos que no favorecen precisamente el bienestar de quienes la viven.
De esta forma, los especialistas sugieren que nunca se debe presionar u obligar a la persona a sentirse mejor o hacer ciertas actividades, lo importante es acompañarla y que sienta el apoyo, y ante toda costa evitar frases como estas:
– “Anímate”, “Sé feliz” o “Disfruta de la vida”.
– “Creo que estás exagerando, tampoco es para tanto”.
– “Estás así porque quieres” o “Tienes que poner de tu parte para mejorar”.
– “Lo superarás, ya pasará” o “Mañana verás las cosas de manera diferente y será mejor”.
– “No aparentas estar deprimido/a” o “No pareces estar triste”.
– “No tienes razón para estar deprimido” o “Si lo tienes todo, ¿por qué estás así?”
– “Podría ser peor” o “Entiendo lo que te está pasando, a mí me han pasado cosas peores”.
– “Todos tenemos problemas” o “Todo el mundo se deprime a veces”.
Aunado a estas frases sobre qué no decir a un amigo o familiar que sufra depresión, vale la pena recalcar el hecho de desestigmatizar la enfermedad, pues a pesar de que se cuenta con mucha información al respecto, aún se le sigue asociando a la debilidad mental , y se considera que las personas que la padecen son, de alguna manera, menos capaces, o que no lo intentan lo suficiente.