A través del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de febrero, las familias mexicanas se mostraron especialmente preocupadas por la situación actual de la economía, la cual consideran más deteriorada respecto al año pasado.
Por tal razón se dijeron muy desalentados sobre sus posibilidades para adquirir bienes como muebles y electrodomésticos.
Al cierre del segundo mes del año, el ICC acumuló tres meses de caídas consecutivas, ya que respecto a enero perdió 0.7%, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Inegi. En dos de los cinco rubros a evaluar la confianza de los consumidores se redujo mes a mes. Su evaluación sobre la situación económica del país comparada con la que tenía hace 12 meses retrocedió 1.4%, hilando cinco meses en terreno negativo.
Los aún altos niveles de inflación, la tensión por la prolongación de las rondas para renegociar el TLCAN y el nuevo ajuste al alza para la tasa objetivo de interés por parte de Banco de México (Banxico), han sido factores que han empañado la perspectiva de los hogares sobre la actividad económica. Gracias a este contexto, sus intenciones de compra se manejan con mayor cautela.
La calificación sobre sus posibilidades para adquirir en este momento bienes de consumo durable como muebles, pantallas, línea blanca u electrodomésticos cayó por segundo mes consecutivo, esta vez 3.6 por ciento.
Otros 10 elementos son evaluados por el ICC, aunque no son considerados para su estimación sirven para conocer la percepción de los consumidores sobre otros temas. Entre estos indicadores complementarios, los planes para construir o remodelar una vivienda en los próximos dos años se desplomaron con una baja mensual de 13.7 por ciento.
Las posibilidades de los hogares para ahorrar también se redujeron de forma significativa respecto a enero, al perder 11.1% en este periodo. Las posibilidades que tiene hoy día para adquirir bienes básicos como alimentos, ropa y zapatos, comparadas con las que tenían hace un año apuntaron un descenso de 6.4 por ciento.
Entre los elementos de fortaleza destaca que los consumidores confían en que la situación del empleo mejorará en el próximo año, lo mismo que la situación general de la economía.