Hasta el medio día del lunes, el Partido Revolucionario Institutcional ha mantenido una ligera ventaja en la elección para gobernador del Estado de México, el cual ha gobernado durante casi un siglo, pero Andrés Manuel López Obrador ya está pidiendo contar los votos “casilla por casilla”.
Con 97.85% de las actas contabilizadas, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alfredo Del Mazo, obtenía 33.70% de los votos frente al 30.81% de su rival Delfina Gómez, del izquierdista Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Una proyección oficial del instituto electoral del estado indicó la noche del domingo que Del Mazo terminaría recibiendo entre el 32.75 y el 33.59% de los votos, mientras que Gómez no obtendría más de 31.53 por ciento.
El resultado anticipa una batalla judicial por la elección desde el momento en que López Obrador, líder de MORENA, rechazó los resultados preliminares y dijo que según sus recuentos Gómez ganó la elección.
“Salen a dar un golpe diciendo que Del Mazo va arriba, es mentira, vamos a defender los votos de los ciudadanos del Estado de México acta por acta, casilla por casilla, no vamos nosotros a claudicar tenemos que defender la democracia”, dijo en un mensaje grabado y transmitido por redes sociales. Pero aclaró que no apelará a la violencia.
López Obrador, un veterano político adorado por millones pero rechazado por quienes lo ven como un líder populista, denunció fraude en las elecciones del 2006, cuando perdió por 0.56% de los votos frente a su rival Felipe Calderón.
De confirmarse el resultado, sería un respiro para el partido del presidente Enrique Peña Nieto, cuya popularidad está en mínimos históricos por unos escándalos de corrupción, un recrudecimiento de la violencia ligada al narcotráfico y la debilidad de la economía.