Unas cápsulas que se venden con la promesa de que son “la opción no quirúrgica para el tratamiento de la obesidad”, resultaron un gran fiasco y un verdadero riesgo para la salud de quienes las consuman, pues en su interior no traen sustancias médicas, sino ¡esponjas!.
Se trata del producto Reduccel, que contienen esponjas encapsuladas, las cuales se liberan tras el contacto con el agua.
En Facebook se divulgaron fotos de un paciente que llegó a un consultorio con obstrucción abdominal después de haber ingerido dicho remedio falso para adelgazar.
A pesar de que la promesa de Reduccel parece ser la misma a otras intervenciones médicas, el método de la esponja de celulosa pone en riesgo la salud de quienes la ingieren, a diferencia del bypass gástrico, la gastroplastia vertical en banda o el balón intragástrico, métodos comprobados.
En la página de Internet donde se anuncia el producto, se afirma que su costo es “de solo $40.00 dólares el frasco con 36 cápsulas, que equivale a 6 semanas de tratamiento”. Y, de hecho, viene especificado su componente: “un fragmento de esponja de celulosa compactada” que se utiliza “para bloquear la capacidad gástrica” de quien lo utilice.
Incluso hay un video donde se muestra la liberación de la esponja con el agua: