Yunaisy Rodríguez, se infectó con VIH, se enteró durante un control rutinario en el Policlínico Bernardo Posse en La Habana (Cuba) pero quería tener otro hijo.
“Yo me enfermé, (pero) con mi pareja quisimos tener otro niño y gracias a Dios y con la ayuda de mis médicos, mi niñito está sanito”, cuenta Rodríguez.
Rodríguez es una de las 2.600 mujeres de entre 15 y 49 años que viven con VIH en Cuba, aunque gracias al tratamiento que ha recibido no ha contagiado el virus a su bebé.
Para evitar la transmisión siguió un protocolo que incluyó recetarle un tratamiento con antirretrovirales durante el embarazo.
Se le recomendó y aceptó someterse a una cesárea y reemplazó la leche materna por una de fórmula durante lactancia.
El bebé también recibió medicamentos hasta que cumplió el año y medio. Y el resultado no pudo ser mejor.
Menos de dos de cada cien niños de madres portadoras nacieron con el virus de VIH en Cuba durante los últimos tres años, una cifra tan baja que hace que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considere la transmisión eliminada, convirtiéndose en el primer país del mundo en lograrlo.
Sistema de salud
“Es un logro enorme para Cuba, para su sistema de salud que esperamos pueda llegar a otros países de la región”, le dijo a BBC Mundo Massimo Ghidinelli, jefe de la unidad de VIH de la Organización Paramericana de Salud (OPS), dependiente de la OMS, quien participó en la misión de verificación que viajó en marzo a la isla.
Ghidinelli señaló que es un “sistema equitativo” que brinda servicios a todos los ciudadanos, orientado a la atención primaria, lo que le permite “llevar servicios incluso de prevención hasta el nivel más cercano de los hogares y es un sistema gratuito”, destacó.
“A pesar de los recursos limitados que tiene ha sido capaz de maximizar el potencial de todas esas intervenciones y logar este resultado tan importante”, señaló.
La OPS/OMS y sus socios trabajan con Cuba y otros países de las Américas desde 2010 en la implementación de una iniciativa para eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH y la sífilis.
La clave aseguran que es la prevención y la detección temprana para dar cuanto antes los cuidados necesarios.
VIH
Desde 1986, más 21.800 personas fueron diagnosticadas con VIH en Cuba.
Cuba comenzó entonces la realización de prueba de VIH a las embarazadas en el primer trimestre del embarazo y a finales de la década de los 90 se instituyó realizar otra en el tercer trimestre. Actualmente se realiza en los tres trimestres de la gestación.
A finales de los 80 empiezan a hacer lo que se recomienda: suspender la lactancia materna y frecer la cesárea. En esa época la tasa de transmisión de madre a hijo del VIH era del 40%.
Posteriormente, cuando surgen los tratamientos con antirretrovirales comienzan a ponerlos a disposición de las pacientes y ya en 2011 empiezan a alcanzar la meta de eliminación.
En 2013, más de 2.600 mujeres de 15 a 49 años vivían con VIH en la isla. Ese año, el 98,6% de las embarazadas infectada y el 100% de los bebés expuestos recibieron tratamiento, según datos oficiales disponibles hasta septiembre de ese año.
La sífilis también
En cuanto a la sífilis, en la década de los 90 se alcanzaron en Cuba cifras promedio de más de 12.000 casos nuevos de sífilis cada año.
En 1974 empiezan las primeras acciones de control de la sífilis congénita para reducir los niveles de contagio con el objetivo último de erradicarla.
Los contagios en mujeres comenzaron a disminuir desde 1996 y anualmente representan entre 33 y 36% del total de casos de sífilis.
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“El logro de Cuba consiste en registrar menos de 0,5 casos de sífilis por cada 1.000 nacidos vivos al año. Entre 2012 y 2013, el país ha reportado tres casos de sífilis congénita: ninguno en 2012 y tres en 2013, lo que representa tasas de 0% y 0,02% respectivamente”, apunta la OPS.
La OMS destaca el esfuerzo de Cuba con su plan de atención primaria de salud, la formación de enfermeras especializadas en control de sífilis y el acceso a cuidados prenatales.
En los últimos años los países de América Latina y el Caribe han trabajado junto con la OMS para asegurar que las mujeres accedan al tratamiento que necesitan y que sus hijos estén libres de VIH y sífilis.
En la región, se calcula que el número de niños que nacieron con VIH se redujo 45% entre 2010 y 2013, cuando nacieron 2.324 niños con el virus. Durante ese período, las embarazadas que se realizaron una prueba de VIH también aumentó hasta el 74% (un 19% más que en 2010), según sus datos.