La calificadora Moody’s Investors Service retiró la codiciada calificación AAA a Estados Unidos, bajándola a Aa1, debido al creciente déficit presupuestario, la carga de la deuda y las altas tasas de interés, factores que elevan el riesgo financiero del país. Con esta decisión, las tres principales agencias del mundo ya han rebajado la nota estadounidense: S&P lo hizo en 2011, Fitch en 2023, y ahora Moody’s.
Aunque la perspectiva pasó de “negativa” a “estable”, la decisión representa un golpe directo al discurso de fortaleza económica del presidente Donald Trump, cuya política fiscal ha sido ampliamente cuestionada.
Déficit creciente y falta de acuerdos políticos
Según Moody’s, la falta de acuerdos entre el Congreso y la Casa Blanca para controlar el gasto ha deteriorado el panorama fiscal de Estados Unidos:
“No creemos que las propuestas fiscales actuales logren reducciones plurianuales del gasto obligatorio y del déficit.”
La agencia advierte que el déficit seguirá en aumento durante la próxima década y que la carga de deuda alcanzaría el 134 % del PIB en 2035, un nivel crítico comparado con otras economías avanzadas.
Impacto de los aranceles de Trump
Otro factor clave en la rebaja es la política comercial del presidente Trump. Según el informe, los aranceles impuestos por su administración tendrán un efecto negativo sobre el crecimiento económico de largo plazo:
“Los aranceles perjudicarán significativamente el crecimiento sostenido del país.”
Además, extender los recortes fiscales de 2017, como planea el Congreso republicano, sumaría 4 billones de dólares al déficit primario en la próxima década, según estimaciones de la agencia.
Sistema político estancado
Moody’s también responsabilizó al bloqueo legislativo que ha impedido tomar medidas efectivas para reducir el déficit:
- Demócratas: Reacios a recortar gasto social.
- Republicanos: Rechazan subir impuestos, pero impulsan gasto militar.
La situación se agravó tras los altos costos de las guerras post 11-S y los paquetes de estímulo por la crisis financiera de 2008 y la pandemia de covid-19, lo que ha desbalanceado aún más el presupuesto.
Respuesta de la Casa Blanca
Desde el gobierno estadounidense, el subsecretario de prensa Kush Desai respondió:
“Si Moody’s tuviera prestigio, no habría permanecido en silencio mientras se desarrollaba el desastre financiero de los últimos cuatro años.”