El presidente de la República propuso que su iniciativa
de reformar las leyes en materia de trabajo,
se aplace hasta después de las elecciones.
Para que nadie se aproveche con fines electoreros de su reforma laboral, el presidente López Obrador sugirió a los legisladores que las propuestas en esta materia sean revisadas y votadas hasta que pasen las votaciones del próximo 2 de junio.
Y es que si bien esta iniciativa de su gobierno beneficiaría obviamente a su partido, Morena, también lo haría con el resto de las organizaciones políticas, pues de todo el paquete de reformas constitucionales presentadas por el presidente, la del trabajo es en la que todos estuvieron de acuerdo.
Y cómo no estarlo si el rechazarla significaría enemistarse con los gremios de trabajadores en plena etapa electoral, cuando los candidatos de todos los partidos se disputan su simpatía y sus votos.
Hay quienes advierten que la reforma laboral podría ser contraproducente para la generación de empleos y por su efecto inflacionario, pero casi ningún legislador se atreve a ir en contra de duplicar el aguinaldo, de reducir la jornada laboral a 40 horas semanales (es decir laboral cinco días en vez de seis) y de autorizar en la ley una licencia de 20 días con goce de sueldo por paternidad para los varones.
Y como todos iban a sacar raja política de su iniciativa, el presidente López Obrador prefirió dejar pasar el proceso electoral: “Vamos a esperar a ver qué dice la gente… es que (ahorita) abundan los ofrecimientos demagógicos”, dijo.
