Con el paso de los días se conocen más detalles que confirman que la tragedia aérea en la que fallecieron gran parte de los integrantes del club brasileño Chapecoense pudo evitarse. Ahora el ministro de Defensa de Bolivia informó que el piloto de la aerolínea Lamia, Miguel Quiroga, tenía orden de arresto por abandonar la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).
“El capitán Quiroga, que fue piloto del avión que se accidentó, tenía un juicio con la Fuerza Aérea Boliviana, incluso contaba con un mandamiento de apremio”, sostuvo el ministro Reymi Ferreira, según la agencia estatal ABI.
Ferreira explicó que junto a Quiroga son procesados otros cuatro militares que abandonaron la entidad, pero todos evitaron ser detenidos al presentar recursos legales amparados en la constitución de ese país.
“Ellos recibieron una formación profesional, en la que el Estado invierte (…) y, de pronto, a media carrera en lugar de cumplir con el acuerdo y volcar esos conocimientos y destrezas a favor de la FAB y el Estado prefieren renunciar”, añadió Ferreira.
El Ministro argumentó que los pilotos militares que son formados con recursos del Estado tienen el compromiso de continuar en la entidad hasta cumplir cierto tiempo de servicio militar salvo algunos casos excepcionales en los que se podría autorizar la desvinculación. Al parecer, la baja de Quiroga no cumplía con los requisitos para ser aceptada.
Durante el proceso contra los pilotos, señaló Ferreira, surgieron reacciones que acusaban a la FAB de actuar con prepotencia y “violando los derechos, cuando estaba defendiendo los intereses del Estado”.