La presentación de las medallas de oro, plata y bronce, diseñadas por Junichi Kawanishi, fue el principal atractivo de una ceremonia desarrollada en la capital japonesa a la que asistieron el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Las preseas, de 85 milímetros de diámetro, muestran en su diseño a la diosa griega de la victoria Nike junto al símbolo olímpico, y están hechas de metales reciclados, recolectados de 6.21 millones de dispositivos electrónicos donados en todo Japón.
Abe dijo que espera que los Juegos año tengan un impacto similar al de los Olímpicos de Verano celebrados en Tokio en 1964.
“El deporte une al mundo y ofrece oportunidades iguales para todos. De eso se trata el deporte (…) Hace 55 años aprendimos esa lección cuando los Juegos vinieron a Tokio”, dijo Abe. “El año que viene queremos demostrarlo nuevamente”.
Bach reiteró que Tokio es la ciudad mejor preparada que jamás haya visto antes de unos Juegos Olímpicos.
“Será un momento maravilloso y único para nuestros anfitriones japoneses. Para que le muestren al mundo lo mejor de Japón”, agregó Bach.