Hoy la Secretaria de Hacienda anunció un recorte al gasto público correspondiente al 0.7% con respecto al PIB. La medida ya se esperaba debido a que PEMEX solicitó ayuda financiera al gobierno y además, con la subida en el tipo de cambio el servicio de la deuda en dólares representa un mayor monto en pesos.
A pesar de que el gobierno realizó ayer una emisión de deuda, es probable que vuelva a emitir en divisa extranjera este año para hacer frente a sus obligaciones, sin que esto represente un riesgo para la economía mexicana ya que la deuda externa representa solo el 18% del PIB que está dentro de los niveles aceptados para un país como México.
Al mismo tiempo que se anunció el recorte en el gasto, el Banco de México anunció un incremento de 50 puntos base en su tasa de referencia, lo cual tomó por sorpresa al mercado.
Además, la Comisión de Cambios eliminó las subastas diarias de dólares e intervino a través del Banco de México directamente en el mercado cambiario. Estas medidas parecen desesperadamente mitigar la volatilidad cambiaria que se encuentra en niveles parecidos a los del 2008 cuando iniciaba la crisis financiera de Estados Unidos, mostrando un diferencial promedio diario de oscilación de 37 centavos por dólar.
El recorte del gasto público en teoría subiría el tipo de cambio, debido a que de hecho recorta automáticamente la expectativa del PIB. Sin embargo, el alza en la tasa de referencia y la intervención directa en el mercado cambiario por parte de Banco de México tuvieron un mayor efecto en el tipo de cambio que se ubicó debajo de 18 pesos por dólar, nivel no visto desde el 15 de enero.
La media tomada por el Banco de México favorece la estabilidad de los precios ya que con el incremento en el tipo de cambio y la alta volatilidad las empresas importadoras se estaban viendo forzadas a subir sus precios.
Sin embargo, el tipo de cambio se espera siga sufriendo presiones a la alza durante el 2016 ya que los movimientos han estado determinados por noticias del exterior, particularmente de la economía China que se espera siga mostrando una desaceleración, y por el precio del petróleo, en donde el acuerdo de congelar la producción de crudo por parte de Rusia, Arabia Saudita, Irán, Iraq, Venezuela y Qatar sólo detiene la expectativa de que podría seguir bajando significativamente el precio del petróleo, pero no asegura alzas en el precio. Haciendo un análisis estadístico, para que el tipo de cambio pudiera bajarse de 17 pesos por dólar, el precio del petróleo tendría que ubicarse por arriba de 37 dólares por barril.
Por otro lado, para que el incremento en deuda pudiera llegar a representar un riesgo para la economía mexicana tendría que subirse a una proporción del 30% del PIB, lo cual conllevaría a señalamientos por parte del Fondo Monetario Internacional y a salidas de capitales. Pero este es el escenario menos probable.
Es importante mencionar que es probable que el Banco de México vuelva a incrementar su tasa de referencia este año en dos ocasiones: en marzo, cuando tiene programado el siguiente anuncio de política monetaria (si acaso sigue la volatilidad) y en septiembre si la Fed sube su tasa de referencia. Con el incremento en tasa de referencia se presionarán a la alza las demás tasas de la economía lo cual provocará un mayor gasto financiero tanto para el gobierno como para las empresas que tienen crédito a tasa variable, lo cual también desincentivará a la inversión en maquinaria y equipo (por el mayor costo de los créditos).