El parque de diversiones SeaWorld ha tomado la decisión de no criar más orcas, por lo que se eliminarán gradualmente los espectáculos que hay en San Diego.
“Necesitamos responder al cambio de actitud que ayudamos a crear”, escribió Joel Manby, presidente y director ejecutivo de SeaWorld Parks and Entertainment, en un artículo de opinión en Los Angeles Times, por lo que ésta sería la última generación de ballenas asesinas en sus parques acuáticos.
La empresa tiene 29 orcas: 11 en San Diego; 7 en Orlando, Florida; 5 en San Antonio y 6 en Loro Parque, Tenerife. No tiene planes de liberar a las orcas en el océano, con el argumento de que no podrían sobrevivir en su entorno natural.
SeaWorld ha sido blanco de ataques desde que en 2012 David Kirby publicó su libro “Death at SeaWorld: Shamu and the Dark Side of Killer Whales in Captivity” y un documental en 2013 titulado “Blackfish”, que critica el trato que se da a las orcas en SeaWorld Orlando (Tilikum, la ballena que aparece en el documental, presenta problemas de salud).
En octubre, la Comisión Costera de California prohibió la cría de orcas en cautiverio, una decisión que SeaWorld cuestionó por considerar que excedía la autoridad de la agencia. La Comisión incluyó su prohibición mientras aprobaba una expansión al hábitat para ballenas de SeaWorld en San Diego.
Manby, en su artículo de opinión, tomó nota de la decisión de la Comisión, además de la legislación propuesta en la Legislatura y el Congreso del Estado de California para prohibir el cautiverio de orcas, que incluye la captura, la importación y la exportación de las ballenas.
“Vamos a poner fin a todos los programas de cría de orcas. Dado que SeaWorld no ha capturado a ninguna orca silvestre desde hace casi cuatro décadas, esta será la última generación de orcas bajo el cuidado de SeaWorld”, escribió.
Sin embargo, Manby señaló que las orcas en SeaWorld permanecerían en cautiverio.
“La mayoría de nuestras orcas nacieron en SeaWorld, y aquellas que nacieron en su hábitat natural han estado en nuestros parques la mayor parte de su vida”, escribió. “Si las liberamos en el océano, es muy probable que mueran. De hecho, ninguna orca ni delfín nacidos en cautiverio han sobrevivido tras ser liberados en el mar. Incluso el intento de regresar a Keiko, la ballena de ‘Free Willy’, que nació en estado silvestre, fue un fracaso”.
La compañía anunció también una asociación, que tendrá una duración de cinco años y un costo de 50 millones de dólares, con la Humane Society of the United States para mejorar sus programas educativos, enseñar a los visitantes sobre el bienestar y la conservación animal, y expandir la defensa de la fauna marina.
El representante Adam B. Schiff, un demócrata de California que ha patrocinado un proyecto de ley que prohibiría la cría, captura, importación y exportación de orcas para exhibición pública, también aplaudió la decisión de SeaWorld.
“La asociación que están haciendo con la Humane Society, que se centra en el rescate, rehabilitación y defensa de importantes cuestiones marinas no solo representa un cambio en su modelo de negocios, sino una nueva y emocionante dirección para la empresa”, dijo en una declaración.
People for the Ethical Treatment of Animals, un grupo de activistas, críticos implacables de SeaWorld, recibió con beneplácito la noticia, pero argumentó que SeaWorld debería ir aún más lejos y considerar la liberación de las ballenas caso por caso.
“Durante décadas, orcas, delfines, belugas, focas y muchos otros animales han sufrido el encierro en SeaWorld y, para hacerles justicia ahora, SeaWorld debe abrir los tanques hacia santuarios oceánicos para que estos animales que han sufrido tanto puedan tener una muestra de la vida afuera de sus tanques carcelarios”, dijo en una declaración la presidenta del grupo, Ingrid E. Newkirk. “SeaWorld ha dado un paso, pero debe hacer más”.
