En su discurso sobre el Estado de la Unión, Donald Trump acusó hoy a varias ciudades de México de enviar en autobuses a la frontera a grupos de migrantes centroamericanos.
El presidente norteamericano insistió en construir el muro en la frontera con México e indicó que su Administración ha enviado al Congreso una propuesta “de sentido común” para poner fin a la “crisis” en esa zona.
“En el pasado, la mayoría de las personas en esta sala votaron por un muro, pero el muro adecuado nunca se construyó. Lo haré construir”, sostuvo Trump en su segundo discurso sobre el Estado de la Unión desde su llegada al poder, en enero de 2017.
La disputa en el Congreso por los recursos para el muro fronterizo desencadenó el cierre parcial de la Administración gubernamental, que duró 35 días y que obligó a retrasar una semana el discurso del gobernante.
Trump aseguró que, mientras hablan, “grandes caravanas” de inmigrantes marchan hacia Estados Unidos y advirtió de que ningún tema ilustra mejor la división entre la clase trabajadora y la clase política estadounidense que la “inmigración ilegal”.
Según detalló, su propuesta al Congreso incluye asistencia humanitaria, más agentes de la ley, fortalecer los mecanismos para la detección de drogas y prevención del tráfico de niños.
Pero además Trump volvió a arremeter contra los inmigrantes ilegales y advirtió de que “año tras año innumerables estadounidenses son asesinados por extranjeros ilegales criminales”.
“La tolerancia para la inmigración ilegal no es compasiva, es cruel”, subrayó, al tiempo que tildó de “salvaje” a la pandilla salvadoreña MS-13, de la que dijo que opera en 20 estados “y casi todos llegan” a Estados Unidos a través de la frontera sur.
Estados Unidos comenzó a aplicar oficialmente una política de “tolerancia cero” hacia la inmigración ilegal en abril pasado, cuando las autoridades comenzaron a procesar criminalmente a los adultos que llegaban irregularmente al país, lo que originó la separación de cerca de 3 mil menores de sus padres indocumentados.
Además, en diciembre pasado, Estados Unidos anunció que devolvería a México a todos los migrantes que accediesen irregularmente por la frontera común, incluidos los solicitantes de asilo, a la espera de que se resuelvan sus casos; una medida que ha sido calificada de “unilateral” por parte de las autoridades mexicanas.
En los últimos meses se han organizado varias caravanas de migrantes procedentes de Centroamérica que se han partido hacia el norte en dirección a la frontera entre Estados Unidos y México, lo que ha exacerbado el discurso antiinmigrante de Trump.