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UN ‘ABORTERO’ EN LA CEDH

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  • EL AGUA, TEMA OLVIDADO
  • CRISIS EN NORTE DE HERMOSILLO

Por Jesús Ruiz Gámez

El tema del aborto es uno de esos en que no hay medias tintas: o crees que deshacerse de un embrión o feto humano es un “derecho” que debe reconocerse a las mujeres con embarazos “no deseados”, o crees que es el asesinato de un semejante que al estar en el vientre materno sólo está viviendo una etapa más de su vida.

Yo soy de estos últimos.

Más allá de mis creencias y convicciones religiosas, soy de los convencidos de que mis hijos lo fueron desde que iniciaron el primer día de su vida en el vientre de su madre; luego en su también indefensa etapa como bebés, después como niños, adolescentes y ahora adultos.

Y así como mis hijos, creo que todos los seres humanos tienen derecho absoluto a la vida en cualquiera de esas etapas, por lo que para mí no tiene diferencia la decisión de asesinar un indefenso bebé porque nació con alguna malformación, o matar un bebé en el vientre sólo porque sería un estorbo en la vida de otra u otras personas.

En síntesis, el aborto es para mí un injustificable asesinato por conveniencia, aun en los casos en que nuestras leyes ya lo permitan, lo cual es una convicción que me parece compartida por la mayoría de los sonorenses.

Por esto me preocupó y me indignó leer las declaraciones del nuevo presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Luis Fernando Rentería Barragán, quien dijo que desde esa posición hará todo lo posible para que el “derecho” al aborto se concrete en las leyes de Sonora.

“A mí al menos, no me da miedo, y en el ámbito de mi competencia yo voy a hacer todo lo posible para que este derecho se concrete”, fueron sus palabras transcritas y comentadas en medios de comunicación de Hermosillo.

Pues debe saber el señor Rentería, que a muchos tampoco nos da miedo decirle que lo que está promoviendo es un crimen, indigno de la responsabilidad que le dieron los diputados del Congreso del Estado.

Difícil me resulta creer que la mayoría de los diputados estén de acuerdo en que la persona que aprobaron para luchar por los derechos humanos de los sonorenses, sea el mismo que promoverá la forma más vil de asesinato de seres inocentes.

Ignoro si sea cierto o no que el Gobernador fue quien promovió el nombramiento de Rentería, pero sí así fue, no sé si eso signifique que Alfonso Durazo Montaño comparta la visión (que el nuevo ombusman se plantea como misión) de promover la aprobación del aborto en Sonora.

En verdad yo creo que no es así, porque he visto en Durazo a un gobernante que sin empacho aboga por el respeto a la vida y por el bienestar de las mascotas, especialmente los perritos, en una calidad humana que me parece incompatible con quienes, como Rentería, promueven el aborto como un supuesto derecho.

Pero la posición de Rentería hará que tarde o temprano los diputados y el propio Gobernador deban definirse públicamente al respecto.

¿Un “abortero” en la CEDH significa un gobierno “abortero”?

Espero que no, porque como ya lo dijo muy claro el Papa Francisco: “El aborto es más que un problema, el aborto es un homicidio. Sin medias palabras: quien realiza un aborto, mata”.

EL AGUA, TEMA OLVIDADO

Gobernador Durazo… El agua, tema olvidado.

No sé si a los encargados de Comunicación Social del Gobierno del Estado se les olvidó ponerlo en la agenda temática, o si de plano al Mandatario no le interesó, pero ayer en pleno Día Mundial del Agua fue ese precisamente el tema que brilló por su ausencia en la conferencia semanal en Palacio.

La sequía que todavía enfrentan la ganadería y la agricultura, más el desabasto de agua potable que resienten vastos sectores de la población sonorense, se antojaban como temas que debió abordar el gobernador Durazo, pero en cambio habló y repitió sobre el transporte urbano, finanzas, salud, el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, de la revocación de mandato y hasta fijó posición frente al problema de la abundancia de perros callejeros en Hermosillo.

Como en estas conferencias de prensa se acota el número de preguntas que el gobernador Durazo responde, me quedé con la inquietud de saber qué piensa hacer con la planta desaladora de agua ya terminada desde hace meses y que supuestamente abastecerá a las poblaciones de Guaymas y Empalme.

En esta planta, en la que se invirtieron casi 900 millones de pesos a partes iguales entre dinero privado y del gobierno federal, en noviembre pasado se iban a hacer las pruebas de suministro a la red de ambos municipios, de lo cual nada se ha sabido.

No existe información sobre qué sucede con la costosa planta, pero hay versiones extraoficiales de que al gobernador Durazo nunca le pareció ese proyecto y que lo considera inviable desde el punto de vista financiero, por las enormes inversiones que requiere la red de distribución en ambos municipios y porque sus habitantes simplemente no pagarán las tarifas reales que deberían cobrarse.

En pocas palabras, él sabe que el agua que se produzca en esta planta será muy cara y que, al no pagarla los usuarios, su gobierno tendría que entrar a subsidiar a través de la Comisión Estatal del Agua que administra los sistemas de ambas localidades.

Yo creo que el Día Mundial del Agua era una buena ocasión para definir el destino de esta importante inversión, pero sobre todo para decirle a los guaymenses y empalmenses qué hará su gobierno de manera diferente para acabar con la añeja problemática.

Pero, como les digo, el tema pasó de noche la mañana de ayer en Palacio de Gobierno.

CRISIS EN NORTE DE HERMOSILLO

Y en más sobre el tema del agua, el abasto para la parte norte de la ciudad de Hermosillo está en un franco punto crítico, pues día con día crece el número de reportes y quejas por la falta del líquido en un sinfín de colonias.

Paradójicamente, en esta parte de la ciudad que concentra la mayor parte de la población capitalina, las quejas son en dos sentidos: por un lado los constantes cortes en el servicio y por otro la abundancia de fugas en que se desperdician miles de metros cúbicos.

Según los que saben, la única manera de garantizar un abasto regular de agua en este sector, es que se retomen las obras del “Ramal Norte”, una obra interrumpida hace casi una década, para lo cual el Ayuntamiento de Hermosillo no tiene recursos y, por tanto, solamente el Gobierno del Estado puede ejecutar.

Como se recordará, el exgobernador Guillermo Padrés inició las obras del “Ramal Norte” a la par de la construcción del acueducto Independencia, pero le fueron canceladas por la Comisión Nacional del Agua por un supuesto trazo irregular.

Desde entonces, el agua del acueducto llega sólo a la parte sur del Hermosillo y las necesarias obras del “Ramal Norte” parecen asunto olvidado, a pesar de que son ya algunos años en que ha hecho crisis el desabasto en el norte capitalino.

¿Acaso el actual gobierno mostrará el mismo desinterés que se vio con Claudia Pavlovich frente a este gran problema de la capital?

Si no es así, el Día Mundial del Agua era un buen tiempo para hacerlo ver.