Las venas varicosas son venas retorcidas que pueden ser azules, rojas o del color de la piel, que suelen aparecer en los muslos, en la parte frontal o posterior de las pantorrillas o en el interior de las piernas, cerca de los tobillos y los pies.
Durante el embarazo, las venas varicosas pueden aparecer en el interior de los muslos, la parte baja de la pelvis y los glúteos.
Las arañas vasculares, o arañitas, son más pequeñas que las venas varicosas. Suelen ser rojas y se pueden encontrar en las piernas o inlcuso en el rostro. Se parecen a las ramas de un árbol o a las telarañas. Las arañas vasculares se suelen ver bajo la piel, pero no hacen que ésta sobresalga como las venas varicosas.
Las venas varicosas afectan dos veces más a las mujeres que a los hombres y son más comunes en mujeres mayores. Las arañas vasculares pueden afectar a más de la mitad de las mujeres.
¿Cuáles son los síntomas?
Si tienes síntomas, es posible que sientas las piernas extremadamente cansadas, pesadas o dolorosas, lo que puede empeorar después de estar sentada o parada por mucho tiempo. Y mejorarán después de descansar o poner las piernas en alto. Otros síntomas pueden ser: dolor punzante o calambres, hinchazón y/o picazón.
Los cambios en los niveles hormonales pueden afectar tus síntomas. Por ello, es posible que experimentes más síntomas durante ciertos momentos del ciclo menstrual o durante el embarazado o la menopausia.
Los problemas en las válvulas de las venas pueden evitar que la sangre fluya normalmente y causar estos problemas.
El riesgo de desarrollar venas varicosas y arañas vasculares puede ser mayor si:
-Tienes antecedentes familiares o personales de venas varicosas o arañas vasculares.
– Estás sentada o parada por mucho tiempo, en especial por más de 4 horas seguidas, puede hacer que tus venas trabajen más duro contra la gravedad para bombear la sangre hasta el corazón.
-Tienes sobrepeso u obesidad, lo que puede agregarle más presión a tus venas.
-Están embarazadas. Durante el embarazo, la cantidad de sangre que bombea por tu cuerpo aumenta para soportar al feto. La sangre adicional hace que las venas se inflamen. Tu útero (matriz) en crecimiento también genera presión en tus venas. Las venas varicosas pueden desaparecer a los pocos meses de haber parido, o pueden permanecer y seguir causando síntomas. Es posible que aparezcan más venas varicosas y arañas vasculares con cada embarazo.
– Eres mayor. Al envejecer, las válvulas de las venas pueden debilitarse y dejar de funcionar correctamente. Los músculos de las pantorrillas también se debilitan con el envejecimiento. Por lo general, los músculos de las pantorrillas contraen las venas y envían la sangre de regreso al corazón mientras caminas.
– Utilizas anticonceptivos hormonales o terapia hormonal de la menopausia. La hormona estrógeno puede debilitar las válvulas de las venas y generar venas varicosas. Utilizar anticonceptivos hormonales, como la píldora o el parche, la inyección, el anillo vaginal o el dispositivo intrauterino (DIU) con estrógeno y progesterona, o bien tomar terapia hormonal de la menopausia puede aumentar tu riesgo de desarrollar venas varicosas o arañas vasculares.
– Tienes una afección que dañó las válvulas. Los coágulos sanguíneos en las piernas o las cicatrices de las venas pueden dañar las válvulas.
Las venas varicosas y las arañas vasculares suelen aparecer con mayor frecuencia en las piernas. Esto se debe a que las venas de las piernas transportan la sangre al corazón contra la gravedad y es la distancia más larga en el cuerpo.
Si te molestan tus venas varicosas o arañas vasculares, puedes tomar medidas en casa o en el trabajo para mejorar la circulación de la sangre en tus piernas.
- Haz actividad física regular. Los músculos de las piernas ayudan a las venas a regresar la sangre al corazón contra la fuerza de gravedad. Si tienes venas varicosas o arañas vasculares en las piernas, cualquier ejercicio que trabaje los músculos de las piernas te ayudará a prevenir el desarrollo de nuevas venas varicosas o arañas vasculares.
- Pierde peso, si tienes sobrepeso u obesidad. El peso adicional dificulta que tus venas regresen la sangre al corazón contra la fuerza de gravedad. Perder peso puede ayudar a prevenir el desarrollo de nuevas venas varicosas o arañas vasculares.
- No te sientes o estés parada por mucho tiempo. Si tienes que estar parada o sentada en el trabajo o en casa por mucho tiempo, tómate un descanso cada 30 minutos para ponerte de pie y caminar. Esto hace que los músculos de tus piernas transporten la sangre de regreso al corazón más que cuando estás sentada o parada sin moverte.
- Usa medias de compresión. Las medias de compresión ayudan a aumentar el flujo sanguíneo de tus piernas.
Pon los pies en alto. Descansa los pies sobre un banquillo la mayor cantidad de tiempo que puedas mientras estás sentada para ayudar a que la sangre de las piernas regrese al corazón.