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Así fue la historia de amor de Flor Silvestre y don Antonio Aguilar

Este miércoles 25 de noviembre, a los 90 años de edad,  murió la cantante y actriz Flor Silvestre, en su Rancho El Soyate, ubicado en el estado de Zacatecas.

Su nombre real era Guillermina Jiménez Chaboya, y estuvo casada con Antonio Aguilar desde 1959, de donde formaron una de las dinastías más respetadas de la música regional mexicana integrada por Pepe Aguilar y los nietos de la pareja: Ángela, Leonardo y Majo.

La historia de amor de los cantantes comenzó en 1950, en la estación de radio XEW, cuando la actriz y cantante tenía un programa llamado “Increíble pero cierto”. Un día Aguilar fue invitado a cantar en el programa, en ese momento se le conocía como “Toni” Aguilar, y era intérprete de música clásica.

Aunque no se enamoraron a primera vista, el amor se fue dando con el pasar de los años, pues el destino los llevó a protagonizar su primera película juntos: “La huella del chacal”, que se estrenó en 1955, pero en ese tiempo ambos estaban casados.

Con el paso del tiempo se volvieron a encontrar en los sets de grabación y fue en 1957, cuando filmaban la película “El rayo de Sinaloa” que el amor entre ellos no pudo ocultarse.

Ambos se separaron de sus respectivas parejas, lo que le costó a Flor el no poder ver durante años a los hijos de su primer matrimonio: Marcela y Francisco.

En algunas entrevistas, la madre de Pepe Aguilar contó que Don Antonio la conquistó al cortejarla montado en su caballo. De hecho, en alguna ocasión recordó su primer beso, que pasó mientras ella le daba azúcar a su caballo, momento que el cantante aprovechó para besar el cuello de la actriz.

Se casaron por el civil el 29 de octubre de 1959, en el rancho El Soyate.

En el documental: ‘Mi destino fue quererte’, Flor recordó cuando Antonio le construyó su casa y puso en cada puerta, y en otros lugares, flores por todos lados en honor a ella.

‘Tengo retratos de él por todos lados, está él en cada ladrillo y en cada cosa de esta casa’…’En mi casa, puso flores de cantera por todos lados para que nadie se atreviera a dudar que la casa la había construído para su flor’… ‘Vivo de su recuerdo’… ‘Es lo más grande que hay, que tu pareja sea parte de ti mismo, no éramos dos, éramos uno’…’Me dio tanta felicidad y me hizo muy feliz’. ‘No puedo decir ni siquiera cómo era de lindo. Era mi todo’.

Permanecieron en matrimonio hasta que El Charro de México falleció, el 19 de junio de 2007, a consecuencia de complicaciones de una neumonía.

En más de una ocasión, Flor Silvestre habló de su deseo de reencontrarse con el cantante y amor de su vida:

‘Ya estoy lista para irme allá con él en donde está. Me acuerdo de sus cosas y lo amo más y se lo digo: te amo, te sigo amando, te quiero mucho’, expreso aún en vida Flor Silvestre.

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