Seguramente usted, estimado lector, o algún familiar cercano, ha recibido en su teléfono llamadas que resultan ser intentos de extorsión.
Pues bien, un estudio que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) entregó al Senado, revela que cada año se realizan 3.7 millones de llamadas vía celular con el fin de extorsionar y ellas salen nada más y nada menos que de siete penales estatales y federales.
Realizado por las propias compañías telefónicas, a lo largo del periodo junio 2017-junio 2018, el estudio dice que “se encontraron 947 equipos terminales ‘sospechosos’ durante la primera semana de levantamiento de datos, relacionados con dos mil 259 IMSIs (Identidad Internacional de Abonado Móvil); durante la segunda semana se identificaron mil tres equipos con dos mil 401 IMSIs asociados y para la tercera semana se hallaron 951 terminales utilizando dos mil 266 IMSIs”.
Precisa que para determinar que un equipo es “sospechoso” se fijaron cuatro criterios. Que el equipo se conecte a la radio base más cercana al penal; que tenga un número atípico de llamadas salientes; que tenga un número elevado de IMSIs que funciona con un mismo equipo o IMEI (Identidad Internacional de Equipo Móvil) y que el índice promedio de intensidad en el uso de un equipo para realizar llamadas (el cociente total de llamadas en un penal entre el número de equipos sospechosos).
El estudio se divide en cifras sobre telefonía celular y las relacionadas con llamadas que salen de teléfonos públicos ubicados en los penales.
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