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Chofer del BMW no iba ni ebrio ni drogado, asegura defensor

salomon

Aun cuando en un principio se dijo que Carlos Salomón Villuendas, el chofer del BMW estrellado en Reforma, manejaba alcoholizado y bajo el influjo de las drogas según el dictamen de la PGJ de la Ciudad de México, ahora el abogado defensor asegura que esto no es cierto.

“Ni iba en estado de ebriedad y dio negativo a drogas”, afirmó Eduardo Gómez Chávez, quien agregó en entrevista radiofónica que sí le realizaron exámenes médicos el día de los hechos.

“A las 10 de la noche -de ese día- le extraen muestras biológicas, sangre y orina, donde justificamos y claramente dice, drogas como son cocaína, mariguana, anfetaminas, negativas… No venía bajo el influjo de ninguna droga, alcohol. Lo justificamos porque nos dan un resultado de alcohol y de glucosa y de signos vitales normales”.

Y asegura que las imágenes en que se observa a su defendido somnoliento fue debido al traumatismo craneoencefálico grave que sufrió en el accidente. “Por eso lo veían dormido, por eso veían que se agarraba la cabeza”.

Agregó que el pasado viernes Salomón Villuendas se encontraba más restablecido, pero “llora, se empieza a desesperar por tratar de recordar la situación. Él dice que no alcanza a visualizar que fue lo que pasó”.

Sobre la negativa a dejarse tomar las pruebas de sangre, aclaró:

“No hay mejor prueba que la del examen médico… (Villuendas) no se negó a que le sacaran sangre y orina. El defensor de oficio fue el que no aceptó que se le hiciera la prueba porque estaba en estado de inconciencia, pero con el debido proceso o sin el debido proceso, sí se le extrajeron muestras de sangre y orina”, mencionó en entrevista radiofónica.

Confió en la contundencia de las pruebas de laboratorio en favor de su defendido, “con esto yo ya puedo pronosticar que va a haber una sentencia dónde no va a haber ni estado de ebriedad, ni efecto de droga”.

Aseguró que bajo este marco, Carlos Salomón Villuendas tendrá que esperar a la sentencia, que, dijo, “es una libertad, no hay de otra, es una libertad porque si no hay estado de ebriedad, que es lo que sanciona la ley, no hay el aliento de ebriedad o el estado etílico”.

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