El problema de la obesidad infantil radica principalmente por el consumo de comida chatarra que contiene altos niveles de grasa, sal, colorantes artificiales y azúcares que no aportan nutrientes al organismo, resaltó Mayra Vega Díaz, coordinadora delegacional de nutrición y dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Mayra Vega Díaz explicó que en la etapa de crecimiento y desarrollo, el requerimiento de un niño en un dieta normal es de mil 200 hasta mil 800 kilocalorías por la actividad física que realizan y las necesidades del organismo.
La especialista calificó como preocupante que en la actualidad los menores no realizan ninguna actividad física, por el contrario, consumen más productos de preparación rápida que deriva en problemas de desnutrición, porque el cuerpo no está produciendo proteínas, carbohidratos y lípidos.
“En el momento que el organismo empieza a procesar no tenemos el consumo calórico adecuado, si nosotros observamos una etiqueta de algún alimento de comida chatarra, el principal ingrediente va a ser el azúcar, las grasas y colorantes y eso no es un nutriente”, expuso.
Para ofrecer la calidad nutricional que necesitan les menores, en su comida diaria se deben incluir cinco frutas, cinco verduras, consumir carne, evitar las grasas y disminuir el consumo de pan y cereal.
Además es importante que antes de ir a la escuela los menores deben recibir un desayuno equilibrado y como lunch una fruta, agua natural y una colación principalmente de frutos secos o semillas.
Adicionalmente, los niños deben ingerir cinco comidas; tres son comidas y dos son colación, ya que eso ayuda a que su metabolismo se acelere y consuma las calorías que tiene su cuerpo.
“Es un mito que los hijos deben comer a cualquier hora bajo el argumento del crecimiento, eso forma organismos desequilibrados. El problema de la obesidad infantil está ligado al tema de la desnutrición, puesto que se da el caso en que el menor está obeso pero tiene anemia”, dijo.
