Una vez más, Luis Miguel hizo de las suyas y ahora en Acapulco. El cantante interrumpió su concierto apenas transcurridos 30 minutos de espectáculo y no volvió a salir al escenario.
Había alrededor de 9 mil personas en la Expo Mundo Imperial, pero eso no bastó para el “El Sol” dejara de brillar sobre el escenario.
El motivo fueron las recurrentes fallas técnicas que se evidenciaron desde la primera canción, en medio de constantes quejas obligaron al cantante a ausentarse del escenario por varios minutos hasta en tres ocasiones, esperando a que los técnicos lo solucionaran.
Después de iterpretar “Oro de Ley”, “Un hombre busca una mujer” y “Por debajo de la mesa”, entre otras, ya bastante molesto, Luis Miguel se disculpó por los problemas y aseguró a los asistentes que Acapulco sigue siendo su casa.
El espectáculo habría niciado casi a las 10 de la noche y apenas pasadas unas siete canciones, la última de ellas “Amor, amor, amor”, terminó cuando el cantante salió del escenario y no volvió a aparecer.
Posteriormente, y tras encenderse las luces un empleado de Ocesa, la empresa responsable del espectáculo, anunció que por fallas en el equipo de sonido el concierto, que forma parte de su nueva gira “México por siempre”, no podía continuar.
Las protestas no se hicieron esperar: abucheos y gritos de exigencia de la devolución del dinero se escucharon entre los asistentes.
La cancelación causó la molestia de la gente, que incluso exigió la devolución de su dinero (los boletos costaron entre 550 pesos de pie hasta 4 mil pesos en la zona VIP), incluyendo el que se pagó por el estacionamiento que para esta ocasión duplicó su precio, de 50 a 100 pesos.
Se supo que mañana lunes el cantante ofrecería su espectáculo para resarcir la abrupta cancelación.