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Degradación de Patricia, ¿suerte o fe?

Los pronósticos para la tarde del viernes 23 de octubre eran catastróficos. El huracán Patricia, el más grande de los hasta ahora conocidos, llegaría a costas mexicanas arrasando todo a su paso.

El gobierno activó las alertas que creyó necesarias y las medidas de prevención se repetían por todos los medios una y otra vez. Tomadas todas las previsiones posibles, sólo quedaba esperar.

Patricia llegó pero no con toda la fuerza que se esperaba, incluso en apenas unas horas se degradó causando daños sí, pero nunca de la magnitud prevista.

El New York Times y el reconocido semanario británico The Economist coincidieron el fin de semana que tres factores pudieron haber influido para que Patricia haya hecho un daño menor: la barrera natural de la Sierra Madre Occidental, la intervención de las autoridades… y suerte.

“Los expertos dijeron que el resultado fue una combinación de suerte -la tormenta, por ejemplo, pasó entre dos ciudades pero no golpeó a una directamente – y la planificación en un país que ha aprendido de desastres pasados”, publicó el New York Times en un artículo firmado por William Neuman y Elisabeth Malkin.

El medio estadounidense explicó que la fuerza de ”Patricia”  se disparó durante un período muy corto y sólo cuando estaba bastante cerca de la tierra.

Jeff Weber, de la University Corporation for Atmospheric Research, dijo al Times que el huracán categoría 5 también se vio debilitado por la costa del Pacífico de México que cuenta con una topografía que rompe rápidamente huracanes.

Por su parte The Economist publicó que “En primer lugar, Patricia tocó tierra en un tramo relativamente tranquilo de la costa entre las ciudades de Puerto Vallarta y Manzanillo, en lugar de hacerlo directamente, y más peligrosamente, sobre cualquiera de ellos”.

Sus realmente fuertes vientos se encontraban dentro de 50 kilómetros de su “ojo”, por lo que es una tormenta relativamente apretada. Y esos mismos vientos se debilitaron rápidamente cuando pasaron sobre la Sierra Madre Occidental, montañas cerca de la costa occidental de México. Encabezando esta fuera poco, la marejada adjunto, que era responsable de la mayoría de las víctimas mortales del tifón Haiyan, no causó problemas. Parece que la forma del fondo marino locales impidió la acumulación de aguas poco profundas necesaria para un gran aumento.

 

La fe de los mexicanos ayudó: EPN

“Cerramos filas generando una gran energía positiva; hubo para quienes son creyentes cadenas de oración, rezos, llamados”, destacó el presidente Enrique Peña Nieto al participar en la edición 13 de México Cumbre de Negocios, acto durante el cual estuvo acompañado de Miguel Alemán Velasco, y del gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz.

“Yo creo que en buena medida el tener un saldo blanco ante el impacto de este huracán se debe en mucho a la fe del pueblo de México, a tener fe en sí mismo y al haberse unidos todos para convocar esta fuerza, que en mucho evitó este desastre”, declaró.

 

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