PAVLOVICH, AUSENTE EN LA CAMPAÑA
LE SOBRARÁN VOTOS, ASEGURA ADM
GANDARA Y SU CAMPAÑA GANADORA
Por Jesús Ruiz Gámez
El candidato de Morena a la gubernatura de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, citó ayer a una conferencia de prensa y, sinceramente, esperaba que allí informara los nombres de quienes lo acompañarían en su gabinete, como se comprometió dos veces ante el periodista Juan Carlos Zúñiga.
Pero no lo hizo y no creo que lo hiciera en el resto del día de ayer, así que se trata de un compromiso incumplido.
¿Qué hizo a Durazo fallar a ese compromiso? De verdad, no tengo idea, pero quedará la sospecha de que realmente nunca tuvo la intención de cumplirlo.
Allí queda la pregunta.
PAVLOVICH, AUSENTE EN LA CAMPAÑA
Otra idea que cruzó por mi mente fue que en esa última comparecencia de campaña ante la prensa, Durazo daría a conocer una “bomba” en contra de su contrincante de la Alianza, Ernesto Gándara, o de la gobernadora Claudia Pavlovich.
Pero tampoco ocurrió y la campaña concluye así, sobre pista casi de terciopelo, pues entre los candidatos prácticamente no se tocaron y los golpes fuertes contra Durazo provinieron casi todos de revelaciones de la prensa nacional reproducidos luego en las redes locales.
Que Ernesto Gándara no presumiera logros del gobierno de Claudia Pavlovich era lógico, luego de que uno de sus principales aciertos fue precisamente que no le pudieran endilgar el título de candidato oficial.
No deja de resultar extraño que, siendo en Sonora el candidato de oposición, Durazo no tocó ni con el pétalo de una rosa a la Gobernadora o a los miembros de su gabinete, cuando su principal bandera de campaña fue denunciar (sin mostrar prueba alguna) la supuesta corrupción del actual sexenio.
Raro ¿no?
LE SOBRARÁN VOTOS, ASEGURA ADM
Por otra parte, pude ver ayer a un Durazo en total contraste con Gándara, pues este último dice tener confianza en ganar la elección pero no confiarse y por ello trabajará hasta el último minuto antes de la jornada electoral, mientras el morenista presumió una expectativa de “carro completo” (así lo dijo), lo cual quiere decir que ganarían junto con él todos los candidatos a las alcaldías y la totalidad del congreso.
Total que, según Durazo, tiene un ejército de 520 mil sonorenses ya convencidos de votar por él y por lo tanto bien pudo decir que le sobrarán votos para regalar, por lo que sus adversarios ya pueden declararse derrotados, aunque “están en su derecho de hacer su lucha”.
Según Durazo, los resultados de su campaña estarían incluso mejor que los obtenidos en el 2018 por el presidente López Obrador en Sonora, lo cual lo convertiría en el nuevo fenómeno electoral de México y de inmediato figura para el relevo presidencial del 2024.
Y no crean que exagero: si Durazo tiene tantos votos asegurados, como lo sostiene, haría de su campaña la excepción de Morena en el país, pues mientras en varios estados los candidatos morenistas a las gubernaturas se han caído hasta terceros lugares y en el resto se han cerrado en diversas proporciones, resulta que según él Sonora debería ser propuesta como la catedral o la capital del morenismo.
Vaya, hasta en Guerrero, Michoacán y Campeche han perdido ventaja los candidatos de Morena, pero Durazo anticipa romper el récord de votación para un candidato a la gubernatura de Sonora.
Debo decir que siempre he considerado un error de los candidatos la presunción de votaciones tan altas, pues si consigue números muy menores y los resultados son cerrados, como se espera, difícilmente podrá rebatir que pecaron de soberbia o exceso de confianza.
En fin, ya se verá el domingo si Alfonso Durazo se confirma como ese fenómeno electoral que Morena necesita luego del declive que acusa el presidente López Obrador, o si las encuestas tuvieron razón en describir una tendencia de crecimiento y ganadora para Ernesto Gándara.
GANDARA Y SU CAMPAÑA GANADORA
Mis estimados lectores son testigos de mi opinión en el sentido de que las encuestas publicadas antes de las campañas de poco o nada servían para adelantar un posible resultado de la jornada electoral, pues durante la campaña muchos factores influyen para cambiar el ánimo de los electores y sus preferencias.
Pero también he dicho que las encusetas aportan información interesante y el conjunto de ellas, con todo y sus diferencias en los resultados, finalmente marcan tendencias y reflejan en sus distintas etapas los errores y aciertos de los candidatos.
Resulta que el conjunto de las encuestas conocidas hasta ahora pintan un panorama totalmente distinto al que espera Alfonso Durazo, pues en sus respectivos trackings han reflejado el crecimiento sostenido de El Borrego Gándara hasta darse el cruce que lo pone en empate y en algunos casos ya con ligera ventaja.
En esto hay que citar que, si bien la campaña de Durazo pareció estancarse, de ninguna manera su caso es como el de los candidatos morenistas de otros estados que realmente se desfondaron.
Estamos, pues, ante una realidad: Ernesto Gándara ganó la campaña pero eso no significa que haya ganado la elección, ya que, como sucede en estos casos de finales apretados, serán los votantes hoy indecisos quienes definirán al ganador.
Hay que decir también que el historial de las elecciones habidas en estos tiempos del gobierno de López Obrador es favorable para El Borrego, pues apenas a unos meses de iniciado el sexenio, Morena obtuvo sus primeros malos resultados en elecciones legislativas y de alcaldías, como las habidas en el 2019 en Quintana Roo, San Luis y Durango, entre otras entidades.
Ni se diga de lo ocurrido en el 2020, cuando Morena llegó con supuesta ventaja en las encuestas a las elecciones locales de Coahuila e Hidalgo y salió de esos procesos con sonadas derrotas.
El antecedente cuenta, pues los resultados que menciono demuestran que es de suma importancia la fortaleza y la experiencia de los partidos para lograr que la simpatía lograda por sus candidatos se traduzca en real votación.
Así que son dos factores los que marcarán el derrotero de la elección del domingo y el futuro de Sonora por los próximos años: el sentido del voto de los indecisos, la probabilidad no descartable de un nutrido voto oculto y la capacidad de cada equipo y partido para movilizar a sus votantes.
¡Ah! Se me pasaba citar que el sentimiento imperante será también definitorio: en el 2018 el coraje del pueblo por el frívolo y corrupto gobierno del priista Peña Nieto nutrieron la avalancha de votos a favor de López Obrador y Morena; falta ahora ver si el miedo, la decepción y desaliento provocado por el mismo López Obrador cobran también sus facturas.
