Las perspectivas para la economía mexicana lucen más optimistas para la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que mejoró su pronóstico de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de 2018 a 2.5 por ciento comparado con el 2.2 por ciento previsto en noviembre pasado.
Para 2019 aumentó su expectativa a 2.8 por ciento, medio punto porcentual arriba del anterior pronóstico.
De acuerdo con el organismo, las políticas fiscal y monetaria en México son relativamente restrictivas, pero se prevé que el fuerte crecimiento en la demanda mundial, la resistencia del consumo privado y los gastos en reconstrucción respalden el crecimiento de la producción en el presente año y 2019.
Al igual que México, el panorama de sus socios comerciales en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tuvo un ajuste alcista en los pronósticos que hizo el organismo en el reporte “Perspectivas Económicas Interinas”, una actualización de su evaluación de noviembre pasado.
Estimó que la economía de Estados Unidos crecerá 2.9 por ciento este año y el próximo tendrá un avance de 2.8 por ciento, una mejora de 0.4 y 0.7 puntos porcentuales, respectivamente.
Indicó que las reducciones de impuestos y el mayor gasto gubernamental reforzarán el impulso de la demanda interna, con una sólida creación de empleos, mayor riqueza de los hogares y el repunte en la producción de petróleo.
Para Canadá el pronóstico de crecimiento es de 2.2 y 2.0 por ciento, para 2018 y 2019.
Mejora economía global
La OCDE también elevó las perspectivas para la economía global. Ahora estima que el crecimiento será de 3.9 por ciento, tanto en 2018 como en 2019. En su proyección anterior estimó una expansión de 3.7 y 3.6 por ciento para 2018 y 2019, respectivamente.
Indicó que la expansión de la economía mundial se está fortaleciendo conforme se robustece la inversión asociada con un repunte del comercio internacional y mayores niveles de empleo.
No obstante, señaló que hay nubarrones en el panorama que podrían afectar el crecimiento y tienen que ver con vulnerabilidades en el sector financiero y un aumento en el proteccionismo comercial.