A la espera de que le llegue un amparo, el diputado suplente Antonio Enrique Tarín García tuvo que dormir en el interior del recinto de San Lázaro.
Así es como ha evitado que le ejecuten una orden de aprehensión acusado por un presunto desvío de 300 millones de pesos durante el gobierno de César Duarte.
En un principio, Tarín García llegó a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para rendir protesta en lugar de Carlos Hermosillo, el diputado fallecido en un accidente hace unos días.
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Guadalupe Murguía Gutiérrez, del Partido Acción Nacional (PAN), ya había recibido un documento en el que le solicitaban “su apoyo y colaboración” para el cumplimento de la detención dentro de la causa penal 780/2017.
Todas las fracciones parlamentarias -excepto la del PRI- se negaron a tomarle protesta, por lo que decidió pernoctar en la oficina, ya que afuera lo esperaban policías ministeriales del estado de Chihuahua para aprehenderlo.
En el salón de plenos Tarín García dijo que llegaba a rendir protesta y que no sabía sobre ningún procedimiento en su contra: “Desconozco completamente, yo asistí aquí a mi derecho constitucional de la toma de protesta. Yo estoy muy tranquilo, cualquier proceso se afrontaría pero hasta ahorita no hay nada, no hay nada por el que estar preocupado”.
Dentro de San Lázaro, el legislador permaneció en un primer momento en la oficina del vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, para luego trasladarse a las instalaciones de la coordinación de legisladores por Chihuahua, donde finalmente le abrieron la oficina que ocupó el fallecido Hermosillo.
Después nunció que enfrentaría los cargos que le imputan y daría una explicación a medios de comunicación, aunque no precisó cuándo.
