Un funcionario de prisiones de alto rango fue detenido en Rusia acusado de robar 50 kilómetros de una autopista.
La policía informó que Alexander Protopopov, jefe interino adjunto del servicio de prisiones de Rusia, era el encargado de supervisar el desmantelamiento de la carretera, ubicada en la remota región de Komi, en el norte del país.
Al parecer, Protopopov presuntamente vendió los bloques de cemento armado para su beneficio personal, según dijo la policía.
Las autoridades creen que el complot le costó al gobierno más de 6 millones de rublos, unos US$79.000.
La carretera fue “desmantelada y retirada” durante un período de más de un año, entre 2014 y 2015, precisó el comité investigador en un comunicado que cita la agencia de noticias AFP.
Los bloques fueron adquiridos por una empresa comercial que también los vendió para hacer negocio, añadió la policía.
Protopopov fue jefe del servicio de prisiones de la región de Komi entre 2010 y 2015, y ganó varios premios, como una medalla por crear “unidad espiritual”, indica AFP.
Apropiación indebida
Al parecer, Protopopov hizo el negocio vendiendo los bloques de cemento.
El funcionario fue detenido el miércoles y se enfrenta a un delito de apropiación indebida de propiedad del estado estando en un cargo oficial, que puede suponer una pena diez años de cárcel.
Otro funcionario de prisiones, el jefe de una penitenciaría y un empresario también están bajo investigación.
La República de Komi es una inmensa región del lejano norte de Rusia que está cubierta de bosques.
Tiene recursos naturales importantes: petróleo, gas y madera, entre otros.
La construcción de carreteras es uno de los sectores más corruptos en Rusia, con costos mucho más elevados que proyectos similares en otros países.
Por ejemplo, la construcción de una carretera de montaña para los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 costó unos US$8.000 millones.
Algunos medios rusos denunciaron que habría costado lo mismo untar los 48 kilómetros de esa vía con caviar negro.